Dijo en una entrevista: “Cali es una ciudad muy explosiva, Cali es una ciudad donde tenemos un millón de negros en Cali, convivimos con ellos en paz, los queremos mucho, pero debemos tener cuidado sobre todo con este tipo de violencia”.
El narcotráfico que permea el pacífico y toda Colombia, es una actividad nefasta donde más que estigmatizar a la región más excluida del país ante ese fenómeno, donde somos el más débil eslabón y el más sacrificado, es pertinente el reconocimiento como víctimas y no la revictimización con afirmaciones desafortunadas como las del alcalde.
Cali es una de las ciudades de Colombia que tiene mayor cantidad de empleos informales, según el Dane, casi el 50% de la población ocupada está en la informalidad, es una de las ciudades que tiene más negocios de rebusque como peluquerías, ventas de comidas rápidas, pequeños negocios de hecho, todo esto, sin reales oportunidades y acceso a empleo formal, genera violencia.