Con Alberto Fujimori condenado por crimen de lesa humanidad, sus dos hijos se lanzaron a la arena política. La principal oportunidad de retomar el poder presidencial la tuvo su hija Keiko en las pasadas elecciones cuando terminó derrotada en segunda vuelta por Pedro Pablo Kucczynski. Lo paradójico fue que su hermano Kenji, el congresista más votado del Perú, no se presentó a votar por ella. Su hermana apuntó para siempre el desplante. Un año después el abismo entre los dos tomo forma política. Y en materia grave: el Partido Fuerza popular, base del fujimorismo perdió la mayoría en el Congreso.
Los hermanos están en las antípodas. Keiko es autoritaria y conservadora. Kenji, de 37 años, es liberal y aseguró que se metió a la política con el objetivo de liberar a su padre de la condena de 25 años que pesaba sobre el por delitos de lesa humanidad. Y logró ser efectivo. La oportunidad se le dio con el juicio a kuschinsky con el juicio que lo puso en el escenario de pérdida de investidura por presunta vinculación con los dineros de Oderbrecht. El Fujimorismo tenía como sacarlo de la silla presidencial y todo indica que Kenji se movió. El resultado, al otro día de beneficiarse del salvavidas que le tiraron la Fuerza Pipular y el Presidente asegurar su continuidad, firmó la libertad del padre de Kenji: alberto Fujimori
Para hacerlo tenía que pactar con el actual presidente de Perú, una posición que molestaba a su hermana quien había concentrado el poder del partido en una posición reacia a darle un indulto a su padre por temor de perder su liderazgo.
Los desplantes de Kenji se recrudecieron con la sanción. Protestó cuando Fuerza Popular no quiso investigar un caso de abuso sexual en donde se denunciaba a un senador cercano a Keiko, o cuando el partido intentó la renuncia de Alfredo Thorne, el ministro de economía más destacado en el gobierno de Kucynski. Pero lo que más le molestó a su hermana fue que se hubiera sacado fotos con Nancy Lange, primera dama del Perú, durante la entrega de donaciones a un pueblo que se había inundado por las tormentas que arrecieron sobre el país durante el fenómeno del Niño.
La estrategia de Kenji funcionó. De manera sorpresiva el 24 de diciembre del 2017 Pedro Pablo Kucynski indultó a Alberto Fujimori. El argumento que dio la junta médica que lo valoró es que el ex presidente padece un cáncer de lengua incurable. Las protestas estallaron en todo el país. Keiko guardó un silencio que resultaba elocuente.
La ruptura se haría definitiva el pasado miércoles 31 de enero cuando Kenji, junto a otros nueve senadores, abandonaron la bancada de su partido, quitándole la mayoría del Congreso a Fuerza Popular, quedando con 61 de los 130 escaños. Kenji, con amplio apoyo popular, se presentó como líder de un movimiento que, según él, viene luchando por la libertad de consciencia y de expresión. En su discurso de despedida se comparó todo el tiempo con su padre. Desde ya los dos hermanos Fujimori se alistan para lo que será la confrontación final: la pelea por ver quien será el próximo presidente del Peru en las elecciones del 2020.