"Estos atrasos nos podrían apagar. Tenemos retrasos que a veces son absolutamente increíbles. Algo pasa y cada uno de nosotros debe reflexionar porque en el futuro el país se puede apagar", dijo Álvarez.
La directiva resaltó que el país se quedó atrás y solo tiene 26.000 kilómetros de líneas de transmisión de energía.
"A las líneas hay que hacerles mantenimiento y queremos que nuestros centros de producción no se apaguen. Todos debemos poner de nuestra parte para evitar esos escenarios oscuros", indicó.
Álvarez reveló los principales proyectos energéticos que tienen retraso en el país y que amenazan la estabilidad energética.
El proyecto Refuerzo Costa Caribe (500 kilovatios) tiene un retraso de un año, Hidroituango (500 kilovatios) tiene una demora de un año, Refuerzo Suroccidental (500 kilovatios) está atrasado un año, el proyecto Tesalia-Quimbo (230 kilovatios) tiene retraso de cinco años, la iniciativa Primer Refuerzo Oriental (500 kilovatios) tiene demoras de dos años, el proyecto Palenque (230 kilovatios) demora dos años, el proyecto Chivor II Norte (230 kilovatios) está retrasado cuatro años y el proyecto Suria (230 kilovatios) cuenta con un retraso de tres años.
Por su parte, la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, dijo que los retrasos en los proyectos energéticos, incluidos también los que no se pueden realizar por consultas populares y demás, le costaron al país $2 billones en 2018.