Las porristas son personas especializadas en animar a los jugadores en un encuentro deportivo. Algunos creen que no sirven para nada, que estorban, que hacen bulla, que la emoción se logra sólo con el esfuerzo de los que están en la cancha. No estoy de acuerdo, a mi me parecen muy importantes, no tanto para los que compiten, como para la tribuna que los sigue.
Así que, cual jovencita entusiasta, hago hoy de porrista para animar y acompañar este equipo maravilloso que se ha atrevido a lanzarse a la cancha del periodismo independiente. Animo, ¡a jugar!
Alabío, Alabao, Alabim, bom bao,
Dos Orillas, dos orillas.
¡Ra, ra, raaaaa!
Reconozco que mi coro está un tanto pasado de moda. Ahora son más osados, dicen cosas atrevidas y creativas pero, como no me las sé, tengo que seguir con las de mis tiempos de porrista:
Tigre, LEÓN, elefante
Con Valencia ¡Siempre Adelante!
Carro, camión, camioneta
Con María Elvira ¡Nadie se meta!
Y ahora, en serio: El esfuerzo que inició ayer este portal bien vale que avivemos el entusiasmo y llamemos a que lo sigan millones de lectores. El internet ha bajado las barreras de ingreso a la información. Hoy es fácil hacer un blog, subir noticias, fotos y videos. Pero no es sencillo contar con un equipo profesional que se comprometa a estar minuto a minuto informando, opinando y analizado la actualidad. Lo que ha logrado Las 2 Orillas es precisamente eso, un equipo bueno y confiable.
Volviendo a la metáfora deportiva, cualquiera puede hacer un picadito de futbol amateur en la cancha del barrio, pero no cualquiera tiene un Pékerman, un Falcao, un Teófilo. Esa es la diferencia entre jugar y competir, tener buenos directivos, buenos jugadores y buenos patrocinadores.
Aquí está pues el portal Las 2 Orillas, con un buen par de directores: León, hoy en el exilio por las infames amenazas mafiosas y María Elvira al frente del cañón, para llevar esta iniciativa muy lejos, por el bien de Colombia y del periodismo.
No estamos solos en este empeño, hay que reconocer que ya existen otras experiencias igualmente importantes como La Silla Vacía y Razón Pública. Ellos han sido inspiradores, nos han mostrado un camino que puede ser el principio de la verdadera democratización de la información, porque en la web cabemos todos, jugando por una Colombia mejor, más pluralista y sobre todo en paz.
¡Ra, ra, raaaaa!
Sin embargo, el camino no va a ser fácil. La ausencia de León es una señal de alarma. Aunque en este portal sobra capacidad profesional, se tiene un diseño novedoso, se cuenta con una plataforma eficiente, la libertad de expresión está amenazada. ¡Qué paradoja, empezar el juego con uno de los mejores jugadores expulsado de la cancha! No podemos dejarnos vencer por esta adversidad pero solo habremos triunfado cuando en la sala de redacción estén presentes esas 2 Orillas fundadoras de este proyecto.
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