Desesperado el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, protestó públicamente por la presión que han ejercido sobre su gestión de las veedurías ciudadanas que mantienen el ojo avisor. El también ingeniero Luis Fernando Diaz Cabrera, de la veeduría Agua para Ibagué, invitó al mandatario a un debate público para aclarar, entre otras cosas, si es verdad o no que él está detrás del licenciamiento indebido para que algunas algunas urbanizaciones de lujo hagan uso de recursos hídricos que están siendo contaminados.
También, si tienen fundamento o no quejas en el sentido que Hurtado ha tenido intereses directos o indirectos en proyectos afectados por graves irregularidades.
El alcalde ha pedido que, para zanjar dudas, la Contraloría General ejerza su poder preferente y asuma las investigaciones. Su contraparte considera que quiere librarse de la vigilancia de las contralorías territoriales donde no tiene amigos políticos. Los veedores no piensan bajar la guardia, así que la pelea está casada.