Este mediodía Bogotá iba a temblar. Desde ayer el excandidato por el Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga enfilaba sus lanzas:
Maria Fernanda Cabal, la congresista incendiaria, también llamaba a la revolución:
La bancada entera del uribismo gritaba, ¡Santos, renuncie ya!
Sin embargo el eco popular no se hizo presente y los uribistas volvieron a quedar en ridículo. Pobre Presidente, está viviendo en carne propia el voltearepismo colombiano, o de pronto ocurrió el milagro y es probable que los colombianos se hayan cansado de la guerra o simplemente se hartaron de los 12 años que han tenido que aguantarse las pataletas de Don Ubérrimo y hoy han decidido darle la espalda porque este fue el resultado final de la famosa manifestiación:
Sin la maquinaria de los medios de comunicación a su lado Uribe es incapaz de sacar, si quiera, el 0.1 por ciento que sacaba a la calle cuando era presidente y hacía sus impresionantes manifestaciones de odio, de respaldo a la guerra.
El mefistofélico Santos ha encontrado la excusa perfecta para arremeter contra Uribe. Se nota, con la foto de los cuatro pelagatos que fueron hoy a la manifestación, que la gente se ha hartado del belicoso senador.