El 30 y 31 del pasado mes de enero sesionó el II Encuentro Nacional de Organizaciones Sociales, que reunió a más de mil delegados, encabezados por las centrales obreras –CUT, CGT y CTC– con sus federaciones regionales, sus más importantes sindicatos como FECODE y las confederaciones de pensionados; también participaron los Comités de Paro departamentales, defensores de derechos humanos, medio ambiente, etnias, minorías poblacionales, gremios de la producción como Dignidad Agropecuaria y de los estudiantes, con la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles –ACREES–, entre otras, para hacer un balance de los paros a partir del 21 de noviembre del año pasado, la negociación con el Gobierno y la organización de nuevas manifestaciones con base en una planeación de actividades con su cronograma.
Al inicio del evento, unos activistas sin acreditar representación, quisieron tomarse por asalto la dirección del Comando Nacional de Paro, a pesar de que se les dio participación vinculándolos al mismo y les garantizaron su presencia en las actividades, se fueron a sesionar aparte. Lo insólito es que dicho sector pretende la toma del Comando Nacional de Paro, estigmatizando a quienes lo convocaron, lo organizaron y estuvieron al frente del 21N; con mayor énfasis arremetieron en contra de la dirigencia sindical, a la que maltratan, desconociendo su importante papel en la lucha por el bienestar de la clase obrera, así haya excepciones, con lo cual ponen un palo en la rueda a la Unidad de Acción, necesaria para fortalecer la exigencia al Gobierno Nacional de sentarse a negociar el Pliego de Peticiones.
De esta forma, quedó una mayoría que tiene claro que la táctica es de acumulación de fuerzas, planteando reivindicaciones sociales inmediatas como el Pliego de Peticiones, de 13 ejes temáticos y 104 puntos, presentado por el Comité Nacional de Paro, que recoge el sentimiento de la mayoría de los colombianos que han respaldado el Paro 21N mediante pacíficas formas, para lo cual planteó una serie progresiva de actividades que conducen a un fuerte Paro Nacional este 25 de marzo -25M-.
El sector minoritario piensa que llegó el momento cumbre de la lucha, exige "acciones más contundentes" y subir las pretensiones hacia el desmonte del modelo de desarrollo, incluida la renuncia del Presidente Iván Duque, por lo que propone "acciones fuertes" con un paro nacional indefinido. Queda planteada una cuestión de táctica, que debe decidirse valorando las condiciones objetivas y subjetivas del país, pero lo esencial es el estado de ánimo de las masas; en Colombia, después de las guerras de liberación del yugo español, solo con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán hubo condiciones que hubieran permitido cambiar de modelo e imponer gobierno, pero no ocurrió y existen los responsables.
El gran 21N, con lo masiva de la movilización, no alcanzó ni al 20% de participación de toda la población del país; se puede considerar como un punto de despegue en la preparación de esa batalla contra el modelo neoliberal, puesto que aún falta involucrar a muchos sectores, unir esa inmensa mayoría del pueblo, si se quieren subir las pretensiones de pasar de un Pliego de Peticiones a una exigencia superior o la pretensión de cambiar presidente, que impulsarlo sin ese respaldo casi absoluto, es puro aventurerismo oportunista al servicio de algún "seudocaudillo". Toca ser cuidadosos en la táctica, que hoy es la acumulación de fuerzas. ¡No por mucho madrugar amanece más temprano y el trasnocho puede hacer daño!