Con la lupa de sus contradictores puesta encima sobre cualquiera de sus actuaciones, incluyendo las idas y salidas de los excusados, de lo que se come y de lo que se expulsa desde las tripas, o de lo que se ponen y quitan al vestirse, urge que el gobierno del Pacto Histórico, recién posesionado, reaccione lo más rápido posible contra todas las actuaciones erradas y erróneas que están desarrollando internamente varios de sus funcionarios, por lo visto, hasta ahora, mayormente integrantes de movimientos ajenos a su ideario original pero aliados y atraídos hacia sus huestes ante las necesidades de poder aglutinar y crear mayorías políticas congresionales que hicieran posible y viable los objetivos estimados, a través de los cuales se viene facilitando y haciendo viable la manipulable impresión de estar actuando de manera parecida a las acaecidas por y durante los anteriores corruptos gobiernos.
Por eso le queremos hacer un llamado perentorio al presidente Petro, y a todos sus leales alfiles, para que empiecen de inmediato a hacer los movimientos necesarios para poner en juego todos los movimientos requeridos del ajedrez político-administrativo, imprescindibles para llevar a cabo el jaque mate a quienes están deteriorando la imagen que se tría y se requiere, generando las exhaustivas investigaciones que lleven al inmediato desmantelamiento a todas las mafias existentes alrededor del erario, y dentro de las instituciones estatales, actividad crucial para mantener incólume la firme ilusión del cambio anhelado por todos los colombianos, a raíz de la existencia de los pocos solapados que desde el inicio de este nuevo gobierno han estado aguardando desde sus escondites lograr asestar el golpe mortal para destruir la ilusión de un futuro diferente y en la senda hacia una mejor nación, ansiosos de recuperar el control sobre las asas de las ollas donde desde siempre han estado cocinando sus podridos y descompuestos potajes y tramas.
Cualquier demora al respecto es avivar el fuego en favor de sus acérrimos enemigos, siempre prestos a incendiar por las redes sociales, y con los medios masivos de desinformación, en manos de expertos en exacerbar los odios y las mentiras, donde desgraciadamente los rebaños de personas borregas están pendientes de alimentarse, sin necesidad de analizar ni tampoco pensar, para no tener que digerir ni inferir que es verdad o engaño, pues prefieren que les implanten las ideas requeridas para defenestrar a sus rivales, para cambiar de bando o para derrumbar sus propios sueños.