Es miedoso conducir en una vía principal congestionada por la gran cantidad de motocicletas que circulan desordenadamente alrededor; no me refiero a los motociclistas cuidadosos que cumplen con las normas y que no pocas veces se cruzan con conductores que los odian, sino a aquellos que sin saber conducir o desconocer las reglas, compran moto para moverse más rápido y arrancan como locos, quebrantando las normas del Código de Tránsito, que en sus artículos 94-96, les fija unas reglas que la mayoría no cumple.
Comencemos con algunas estadísticas: mientras en el mundo, los motociclistas ponen el 25 % de los muertos en choques; en Colombia son el 44 %.
En el 2012 murieron 2.507 motociclistas, el 50 % tenía entre 19 y 27 años. Al menos la mitad de estos ha sufrido algún tipo de accidente, y los que no mueren representan un alto costo para el sistema de salud, ese año fueron $22.740 millones.
Mientras en los diez países de la región andina el 8 % de los muertos en accidentes de tránsito son motociclistas, en Colombia son el 39 %. De las 13 víctimas fatales diarias que hay en nuestro país en dichos accidentes, 5 son motociclistas.
Esto sucede por no respetar las normas, sumado a la falta de autoridad para hacerlas cumplir. El artículo 94 del código dice cómo pueden transitar; deben ir en la derecha de la vía, sin separarse más de un metro de la acera. Los motociclistas deben vestir chalecos reflectivos con la identificación de la moto visible, no pueden adelantar a los otros vehículos por la derecha y mucho menos adelantar por entre los carros.
Una moto puede adelantarse a un carro, sí y solo si está libre el carril a la izquierda del vehículo que pretende sobrepasar. Aterra manejar en ciertas vías en las horas pico cuando las motocicletas andan por entre los automóviles sin control, parece que la mayoría de estos conductores piensan que las motos se hicieron para obviar los trancones como sea, a pesar de que el código dice que las motos tienen que acatar las señales y las normas de tránsito, entre ellas respetar los límites de velocidad.
Tampoco pueden transitar por las aceras o sitios para los peatones, y si van en grupo, tienen que ir uno detrás del otro. Hay que educar a los motociclistas para que obedezcan las normas, así como se logró que se pusieran el casco de protección, también pueden aprender a circular respetando las normas como única manera de proteger sus vidas.
No me referiré a las que transitan los fines de semana como si fueran carros de familia, llevando a la mujer y a los niños encima, sin preocuparse del peligro que corren.
Todas las normas se pueden consultar en la parte específica del código: , que deben repasar tanto los motociclistas como los policías que lo deben aplicar.
El artículo 96 es específico para motocicletas, las trata como si fueran un carro más, deben usar luces direccionales, circular en vías públicas siempre con las luces delanteras y traseras encendidas, usar el chaleco reflectivo, que en clima caliente reemplazan por unas tiritas, que se voltean tapando el número. ¿Será que a esa especie de tirantas se les puede llamar chaleco? La Policía debe tener la respuesta.
La infracción de estas normas acarrea multas que sería bueno saber cómo las están imponiendo.
Solucionar este desorden en el tráfico hay que: primero, educar a todos los motociclistas, incluso quienes tienen su licencia al día; segundo, educar a los policías, para que hagan cumplir la ley e impongan las multas correspondientes. Si los ciudadanos no están educados, hay que sancionarlos para que aprendan a cumplir, y para eso está la Policía, para hacer cumplir la ley, siempre en el mejor interés de los motociclistas y de sus familias, que son los que más pierden en un accidente.
Con todo respeto termino diciendo: señor director nacional de la Policía, usted tiene la palabra.