Colombia estaría en riesgo de que bajen los ratings de su deuda. La razón, hay demasiadas señales negativas para llegar a la meta planteada de déficit fiscal. Según la agencia Reuters, los entes calificadores como Fitch y Moody´s ya no creen en el optimismo del gobierno Santos en materia económica.
Algunos analistas aducen que la menor tasa de crecimiento para este año- el gobierno pronosticaba 2.5% mientras que el resto de analistas sitúan este indicador entre 1.7 y 2.0% - y los menores precios del petróleo impedirán que se llegue a la meta del gobierno de un déficit fiscal de 3.6% del PIB. Mayor emisión de deuda pública, los costos asociados con el posconflicto y el hecho de que 2018 es un año de elecciones pueden exacerbar la situación.
“Creemos que hay una desconexión entre la realidad y el actual camino que lleva la deuda externa”, dice Mario Castro, estratega de Nomura para América Latina. Este analista sugirió que el gobierno está partiendo de supuestos económicos muy optimistas –por ejemplo proyectar el precio del petroleo a USD 60 en 2018-, o un crecimiento de la economía de 3.5% para ese mismo año. Mejor dicho, se le acabó la cuerda a Mauricio Cárdenas.
Para calmar a los inversionistas, el Ministro Cárdenas prometió recortar el gasto en 5 trillones de pesos (USD 1.65 billones) del presupuesto del año entrante. Pero mientras Cárdenas hacía este anuncio, Rafael Pardo, ministro del posconflicto, anunció gastos adicionales por 3.5 billones de pesos en 170 municipios del país. El gasto total del posconflicto se estima en COP 129 billones en los próximos 20 años.
El corazón del problema parte de los déficits paralelos: déficit fiscal y déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
GNC gobierno nacional centralizado; SPC Sector público consolidado
La verdad es que la situación de la economía no predice un final feliz. A pesar de que los indicadores de la salud de la economía se basan mas que todo en los déficit fiscal y en cuenta corriente de la balanza de pagos, hay una serie de cifras que advierten el mal momento de la economía.
Esta es la variación de licencias de construcción a mayo de 2017. Se puede ver como el área aprobada en metros cuadrados es negativa.
Mientras tanto, las ventas de cemento y concreto no dejan de caer
Tanto la producción industrial como el empleo generado por el sector manufacturero disminuyen:
Situación que sucede también con el comercio
El desempleo sube con respecto al período anterior y se sitúa en 9.4%
Caen también las importaciones y exportaciones, mientras que la balanza comercial cumple tres años en negativo.
La reforma tributaria del año pasado evitó que las agencias le quitaran el grado de inversión a Colombia de BBB a especulativo.
Las metas fijadas por el Minhacienda son un crecimiento de 2.3% este año y 3.5% en 2018, que contrastan con el 1.8 % de este año que predicen los analistas independientes, y 2.5% para el año entrante.
Inversión extranjera
Cifras preliminares señalan que la Inversión Extranjera Directa en portafolio cayó USD 455,2 millones de dólares. Precisamente la IED se ha conservado por las inversiones de capital extranjero en TES del Banco de la República. Sin embargo, el diferencial de tasas que originaba este fenómeno se está estrechando, puesto que las tasas de interés en Estados Unidos están subiendo, mientras que en Colombia están bajando. Es de esperarse, entonces, que este indicador no vuelva a los niveles de años anteriores. Hoy en día una cuarta parte del total de IED es en portafolio, que asciende a USD 20.7 billones.
Las calificadoras de riesgo Fitch y Moody´s están inquietas por la masiva emisión de bonos del Banco Central, puesto que la deuda externa, sumando vigencias futuras ya llega al 50% del PIB.
Al Ministro de Hacienda le está quedando cada vez más difícil cuadrar las cuentas. Ojalá esto no signifique que Colombia bajará de calificación, lo que haría mucho más difícil el conseguir recursos en los mercados internacionales.