A algunos les parece grave, triste y hasta nefasto que Nairo a estas alturas no esté disputando la camiseta amarilla de la versión 104 del Tour de Francia. Un Tour al que asisten 198 de los mejores ciclistas del mundo y del cual solo uno terminará como ganador. Pero los medios nos están vendiendo el concepto que solo hay dos tipos de competidores al final del Tour: el ganador y una gran cantidad de perdedores.
Me pregunto yo: el esfuerzo de recorrer en bicicleta más de 3500 kilómetros en tres semanas, de darlo todo en la competencia, de llegar dentro del límite, de aguantar caídas, enfermedades, dolencias, y llegar a París después de más de 80 horas montado en la bicicleta, se resume en que si no ganan, son perdedores. ¿Dejan de ser dignos de nuestra admiración? No, no y no.
Es cierto que las competencias deportivas arrojan un solo ganador, pero el no llegar de primero no convierte en perdedores a todos los demás, es solo la simple lógica de los ordinales, alguien debe estar en el primer puesto y alguien en el último. No sé qué mensaje les puede estar llegando a los deportistas de diferentes modalidades que no figuran ni en un top 10 del ranking nacional, ni en un top 50 del ranking mundial, con todas las críticas que los que no dan ni un pedalazo, le hacen a Nairo por no tener el rendimiento esperado o válidamente prometido teniendo en cuenta sus aspiraciones, pero no creo que sea un mensaje muy motivante
Muchos ignoran el esfuerzo, dedicación y disciplina que hay en cada uno de los deportistas que compiten a nivel mundial, nacional, regional e incluso de la comuna, en especial los medios de comunicación que solo miran hacia el top 5. Igual pasa con muchos patrocinadores, dirigentes e incluso entrenadores, para los cuales su único ánimo es llenarse de triunfos y medallas dejando atrás los intereses de muchos jóvenes deportistas que por “x” o “y” no figuran en ese top 5, pero que lo dan todo para lograr su mejor desempeño.
Ojalá las cosas cambiaran, y tuviéramos en cuenta los esfuerzos de muchos deportistas que aunque no son élite, también son héroes y ejemplo de superación para futuras generaciones. Estoy seguro que detrás de los últimos en la general del Tour de Francia también hay grandes historias de superación que pueden ser bastante motivantes.
Nota final: Luke Rowe es un ciclista profesional Neozelandés de 27 años, su afición al ciclismo la heredó de los padres con quienes montaba en tándem siendo niño, a sus 16 años ganó el tour de Irlanda Junior, obtuvo medallas en competiciones europeas de pista. Pertenece actualmente al Team Sky y después de 18 etapas es último en la general a 4 horas 33 minutos y 4 segundos de su compañero de Equipo Christopher Froome.
