Una de las condiciones más comunes del ser humano es hacer trampa. Sin distingo de nacionalidad, profesión u oficio, la trampa es esencial a la condición humana. Los más sofisticados creen que los países subdesarrollados son más dados a la trampa, pero la verdad es que la trampa en los países del primer mundo es más común, lo que pasa es que es más sofisticada y se nota menos.
El semanario francés Le Canard Enchaine ha anunciado que se está abriendo una investigación a manos de dos jueces franceses que involucraría a corredores importantes del pelotón profesional.
Révélation hallucinante du @canardenchaine : « le dopage biologique [est] vieux de plus d’un siècle ». Albert Londres, si tu nous entends : ils t’ont bien enfumé les Pelissier au café de la gare en 24... pic.twitter.com/DqOlZsUvAZ
— Patrick Chassé (@PatrickChasse) 20 de diciembre de 2017
Lo curioso es que son dos jueces financieros los que pueden destapar el escándalo, no porque lo haya hecho una entidad afín a la lucha por el deporte limpio o la misma UCI, es porque este negocio ha movido dinero por debajo de la mesa que va en contravía de las leyes tributarias de Francia.
El semanario anota que ha habido movimientos raros en algunos ciclistas en puertos importantes de las grandes vueltas, hecho que ha hecho pensar que la información puede ser cierta, dada, por otro lado, la ineficiencia comprobada de las tabletas de la UCI y demostrado en el documental del canal France 2 y su programa “Stade 2”. Es posible pensar que las sospechas habidas sobre el dopaje mecánicos salgan a la luz.
Al escándalo del ciclista Christopher Froome se le podría sumar el escándalo del dopaje mecánico. Varios indicios se han venido dando desde hace años, pero hasta el momento solo tres han sido verificados, dos de corredores aficionados que esperan el juicio y el de la corredora belga Femke Van den Driessche quien fue suspendida por seis años.
Muchos especulan que el mismo Froome ha usado ayuda mecánica para ganar o que el famoso y retirado Fabian Cancellara impuso un paso asombroso en el Tour de Flanders de 2016 y que en la Paris Roubaix del mismo año hizo lo mismo. Lo interesante es que fueron los aficionados los que empezaron a despertar la duda de que se está cometiendo dopaje mecánico hace mucho tiempo y que es evidente, como lo mostraron los datos hackeados al equipo Sky respecto a la correlación entre la potencia y las pulsaciones en la subida al Mount Ventoux por parte de Froome en el Tour de 2013 y que eso se daría por una ayuda externa. También como lo muestran los videos de aficionados se puede especular sobre esta situación que a hoy, infortunadamente no es comprobable.
La supremacía del Sky parece desvanecerse, el mismo Geraint Thomas, gregario de Froome, ya hace anuncios que no hacía antes para darse libertades de luchar frente a un líder sobre el que se duda y ha dicho que quiere ir a ganar el Tour de Francia el otro año.
Ver: Geraint Thomas: I believe Chris Froome but I'm racing my own Tour de France
Habrá que esperar que no sea un anuncio vacuo y, también, habrá que esperar si tiene que ver con la nueva presidencia de la UCI. Se probará, por supuesto, la benevolencia que el anterior presidente de la UCI tuvo con este tema.
Por lo demás, los ciclistas que aún corren limpios tendrán esperanzas en la temporada del año que viene.
