Luchar para dejar un mejor país a nuestros hijos, nos tiene a días de gobernar; llegar hasta aquí, ha costado sangre, lagrimas, exilios desplazamientos y amarguras. Hoy tomamos el poder gracias al voto valeroso de millones de colombianos, con un hombre inteligente y rebelde, así lo demostró en su carrera política.
El país que recibimos de la ultraderecha que ha gobernado durante un siglo, es un país que entregó su dignidad al imperio gringo desde 1903, cuando a cambio de 250mil dólares permitió la separación de Panamá; que endosó su futuro a la corruptela y a la mafia.
La entrega a estos actores, llevó a que en diciembre 5 y 6 de 1928 la compañía bananera United Fruit Company, marcara el derrotero de violencia que se impondría, cuando el general del ejército colombiano Carlos Cortés Vargas ordenó disparar asesinando a más de 500 obreros, que habían entrado en huelga y cuyos cadáveres fueron arrojados al mar para ocultar los hechos; quienes lograron escapar con vida de la entonces estación del ferrocarril de Ciénaga, fueron perseguidos y condenados a penas de prisión de entre 20 y 30 años.
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No contentos con ello, asesinaron al abogado de las familias de las víctimas: al político liberal perfilado para presidente Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de 1948 en Bogotá, desatando la revuelta del pueblo liberal denominada El Bogotazo, y a su vez la respuesta de la elite conservadora, que condujo al asesinato de miles de campesinos humildes y trabajadores, por el solo hecho de haberse inscrito en uno u otro partido, en la llamada violencia liberal conservadora que origino las insurgencias de las FARC, ELN y EPL.
Dichas elites idearon el siniestro plan del Frente Nacional, cuyo objeto era repartirse el poder con un presidente liberal y uno conservador, marginando de las decisiones de la patria a la sociedad, que solo tenía derecho a votar cada cuatro años por el candidato de turno; sucedió así, hasta el domingo 19 de abril de 1970, cuando Gustavo Rojas Pinilla a nombre de ANAPO venció en las urnas al candidato del Frente Nacional, Misael Pastrana Borrero; para las 2:00 a.m. del lunes 20, el último boletín de la Registraduría que contenía la información del 80 % de las mesas rindió este resultado:
Rojas: 1.722.902 votos; Pastrana: 1.096.140 votos; todos nos fuimos a dormir dando a Rojas como presidente, pero al despertar la Registraduría informó que el presidente era Pastrana con 1.625.065 votos y que Rojas solo había alcanzado 1.561.488 votos; ese día nació el Movimiento Político Militar M-19 en respuesta a ese atraco.
Los derrotados en urnas en este 2022, impusieron en la patria el aniquilamiento físico, la tortura y desaparición del contradictor político como método para gobernar; y en ese ejercicio, politizaron gran parte de la policía, ejército y DAS, convirtiéndolos en aliados de crímenes atroces; entre 1985 y 1994 desparecieron a 2 mil y asesinaron a más 5 mil integrantes de la Unión Patriótica, entre ellos a cuatro candidatos presidenciales: Jaime Pardo Leal, José Antequera, Bernardo Jaramillo y a Carlos Pizarro del M-19.
El enorme poderío político, militar, económico y mediático utilizado para cercenar la libertad de pensamiento, lo colocaron una vez más a tope para arrasar a todo aquel que pensara en un cambio y entre los años 2000 a 2008; vivimos una aterradora y sistemática cadena de asesinatos de jóvenes pobres que fueron reclutados por el ejército, que les ofrecía trabajo en diferentes departamentos, pero que luego los asesinaba y presentaba como guerrilleros caídos en combate, en lo que conocemos como falsos positivos.
De ellos, se han documentado 6.402; según el último informe reportado por la JEP, instancia de justicia a la que atacaron despiadadamente y gracias a la cual, pudimos conocer en palabas de los asesinos que "militar que alcanzara 7 bajas en esta modalidad, se hacía acreedor a un curso en el Sinaí, incentivos económicos y la famosa Medalla Gris".
Ante esta jurisdicción 21 miembros del ejército entre ellos el General Paulino Coronado, los coroneles Santiago Herrera, Rubén Darío Castro, mayores y capitanes del ejército, han reconocido su culpabilidad en estos asesinatos.
El copamiento institucional de la mafia paramilitar logro controlar, según palabras de Salvatore Mancuso, el 35 % del Congreso, a donde fueron invitados y aplaudidos por quienes hoy entregan el poder; amén de sectores de la Iglesia que repartió bendiciones a cambio de dinero y de la banca, que ha lavado billones de pesos.
El diablo nos ha gobernado y nos deja un país con 21 millones de pobres que sobreviven con 11mil pesos diarios y 7.4 millones en la pobreza extrema que sobreviven con 5 mil pesos diarios; nos dejan 5.2 millones de desplazados; la tasa de desempleo en 13.7 % y una inflación del 9.67 % según datos del DA NE, violencia e inseguridad en todo el territorio; ese es su resultado; así que al diablo lo que es del diablo y a Petro, lo que haga Petro.