Sus más recientes andanadas verbales se produjeron cuando el Concejo de Cartagena intentó elegir sin éxito a un nuevo contralor en propiedad y terminó ampliando en el cargo a Gustavo Nuñez. El alcalde William Dau hizo una revisión pública del proceso el 31 de julio y concluyó que los concejales eran unos malandrines que habían convertido la elección del jefe de organismo de control fiscal de la ciudad en un chanchullo.
Todo le pareció mal alcalde: que ya no fuera la Universidad de Cartagena la encargada de hacer los exámenes a los aspirantes y que se hubiera abierto una convocatoria con un plazo de tan solo dos días para que las instituciones interesadas presentaran sus ofertas, que no podrían superar en valor los 22 millones de pesos.
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Para el alcalde ese no era más que un montaje burdo con el que los concejales buscaban ampliar el la permanencia del contralor encargado. Los concejales no respondieron con una zambra sino con una queja ante la Procuraduría General de la Nación. Concluida su indagación preliminar, la procuraduría considera qué hay razones de peso para presumir que al Alcalde fue irrespetuoso y se excedió en sus funciones y lo llamo a juicio disciplinario. Llegado a esta instancia Dau corre el riesgo de ser destituido si la Procuraduría concluye que incurrió en una falta gravísima.
La fecha para juzgar sus presuntas faltas derivadas de su agresión verbal será el 16 de noviembre.