El día de hoy he decidido expresar en estas líneas lo que muchos vemos pero de lo que poco se habla, y que incluso, si no fuera gracias al poder de las redes sociales, no conoceríamos.
Las cifras de contagios van en ascenso, si nos detenemos a mirar las cifras por ciudades, estás asustan, incluso hasta al más incrédulo frente al tema de la pandemia. La pregunta en este punto es ¿son los sectores menos favorecidos los que están poniendo los contagiados y los muertos? Como en una guerra, donde los soldados que caen son hijos de familias humildes, en este caso la respuesta es más que obvia, y es si. ¿Pero que lleva a que estas cifras, en este sector de la población vayan en aumento?
Muchas son las respuestas, pero me voy a detener en una muy puntual, y es la necesidad que tienen muchos de ellos, y cuando hablamos de necesidad me remito a lo expuesto por Abraham Maslow en su pirámide, en esa base o primera línea, que habla de las necesidades primarias (de naturaleza fisiológica, como comer, dormir, respirar, etc.). Ante estas necesidades, muchas de estas personas, aun conociendo que existen multas por salir a la calle, lo hacen en algunos casos por la necesidad de llevar un alimento a sus hogares, pagar un arriendo, porque aunque por ley a nadie lo pueden sacar de su espacio, muchos se han pasado esta ley por la faja (práctica común en nuestro país).
Nuestro gobierno ha manejado en cierta medida la situación de una manera positiva, pero ¿qué medidas se han tomado para llegar al grueso de nuestra población? Algunos dirán, se les ha dado mercado, otros que un ingreso solidario, entre otras ayudas, las cuales si bien permiten solucionar en la inmediatez, no solucionan el problema de fondo, y que se ha desnudado con esta crisis, y es la del desempleo y pobreza monetaria (que cuantifica a la población cuyo ingreso per cápita es menor a $117.605) donde según cifras del DANE está alrededor de un 25%-30% de la población.
Es esta la población que no se cuida, que si compra un tapabocas o unos guantes no tiene para comer, son familias numerosas donde si compran antibacterial o alcohol, deben sacrificar una de las comidas y sí a esto se le suma el tema de los servicios, Dios mío!!!!
No se exige un asistencialismo al 100%, porque tampoco es bueno y sano para una economía subsidiar todo, pero sí que las políticas sean claras. Si quieren que la población esté aislada, hay que darle lo mínimo, garantizarle una prestación de servicios públicos óptima más no gratis, darle lo básico para soportar el encierro que es importante para que la curva disminuya.
No busquemos aislamiento cuando la pobreza, el hambre, el desempleo, la falta de unos servicios públicos óptimos, no estén a la altura de la situación.
