La barranquillera pasó de ser una niña de los barrios populares a una fuerte electora en la Costa. Ahora el fiscal la señaló de comprar su elección al igual que otros congresistas.
El 16 de marzo de 2016 mientras el director de la Policía, el general Jorge Nieto, intervenía en pleno debate de control político por las denuncias de la “Comunidad del Anillo”, Aida Merlano, entonces presidenta de la Comisión Segunda de la Cámara, fue pillada haciéndose una trenza. Su actitud nubló la intervención de Nieto, a quien tenía en la silla vecina. No fue este el único episodio que dejaba en claro que en Aida la vanidad y la presencia física mandan.
La simpatía y el atractivo de esta joven barranquillera le abrieron espacio en la política de la ciudad. Comenzó amarrando votos para los operadores de base del conservador Roberto Gerlein en el barrio Buenos Aires juntó a su papá, Domingo ‘El Monchi’ Merlano. Su trabajo convenció y ella impresionó muy especialmente a Julio, el Gerlein empresario y megacontratista dueño de Valcron, base económica de la familia para financiar las campañas electorales.
En 2012, Aida Merlano decidió dar el salto a la Asamblea departamental del Atlántico con el espaldarazo de Julio Gerlein, quien siempre la tuvo entre sus afectos, dentro de las listas del Partido conservador. Su votación fue histórica: 42.000 apoyos la convirtieron en la candidata más votada del Atlántico. El resultado deslumbró al entonces senador Roberto Gerlein, quien decidió llevársela como fórmula electoral en 2014 para el Congreso. La movida no falló: Merlano logró 67.000 votos para la Cámara fundamentales para que con el veterano senador asegurara nuevamente su curul.
Sin embargo, la estrategia le salió cara a Roberto, porque Merlano se creció y quiso ascender al Senado. En las pasadas elecciones, cuando la barranquillera tomó la decisión, consiguió que Julio Gerlein la financiara, incluso por encima de su hermano Roberto. Con sus casi 80 años, Gerlein quería poner el heredero de su curul dentro de la familia y no estaba seguro que lograrían dos escaños conservadores. Pero ninguno de los opcionados, su sobrino Jorge Gerlein Otálora y su yerno Alberto Borelly, tenían la fuerza política que él buscaba. Al final, y a regañadientes, decidió hacerse a un lado y entregarle su electorado a Merlano con la condición de que fuera él quien escogiera la persona que la acompañaría a la Cámara. Aida se sintió empoderada por el respaldo de Julio y se negó a esta condición porque ya tenía su propia abanderada: Adriana Blanco.
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Su relación con Julio Gerlein, que viene desde sus años en el barrio Buenos Aires, le dio el poder para ir a tocarle la puerta al clan de los Char, quienes tienen negocios empresariales y relaciones contractuales de la Alcaldía de Alejando Char con la contratista Valcron de los Gerlein. Para garantizarse la curul que dejó Roberto Gerlein, hizo un acuerdo con Fuad Char y el alcalde Alex Char, y le garantizaron votos en otros departamentos a cambio de que apoyara informalmente a Lilibeth Llinás, quien quería llegar a la Cámara con el aval de Cambio Radical, pero se quemó. Al final, Merlano consiguió sus 73.000 votos y le despejaron el camino a los Char para convertirse en el grupo político más poderoso del Atlántico.
En Barranquilla las calles se llenaron de papeletas con su rostro. Una de sus obsesiones es su imagen, que cuida en cada detalle. Durante la campaña le pagó $ 40.000 a decenas de jóvenes para que empapelaran la avenida 40 de Barranquilla con los carteles de su campaña. Los mismos carteles que encontró la policía el domingo 11 de marzo cuando hallaron en su principal sede política, conocida como la ‘Casa Blanca’, $ 261 millones en efectivo, dos revólveres, una pistola, una escopeta y certificados electorales en una bolsa. La Fiscalía también descubrió que Merlano rastreaba los votos a través de unos códigos QR para saber en qué mesa se habían registrado.
Aida Merlano les salió cara a los hermanos Gerlein. El exsenador Roberto negó cualquier relación con ella, pero le ha sido imposible esconder las alianzas que hizo en su momento cuando era una fuerte llave electoral. La detención de Aida ocasionó incluso incómodos roces familiares ya que es claro para la Fiscalía que Julio Gerlein, quien invirtió cerca de $ 6.000 millones, estuvo detrás de ella todo el tiempo. Merlano siegue esperando de Julio, el que más la apreciaba, la ayuda que necesita para su defensa, que tendrá que planear con el mismo detalle de su campaña, desde la guarnición militar en la que se encuentra recluida acusada por la Fiscalía de graves delitos electorales.
Ahora el Fiscal Néstor Humberto Martínez, quien había asegurado que existía una gran corrupción electoral detrás de las legislativas del pasado 11 de marzo, reveló los detalles de su denuncia inicial. Según Martínez, existen todas las pruebas que confirman la existencia de una empresa criminal para la compra de votos en la que estarían involucrados más de 2.000 personas. Precisamente, Julio Gerlein, el protector de Aida Merlano, sería uno de los financiadores privados de esta gran red de corrupción electoral. Otra de las señaladas es la fórmula de Merlano, Lilibeth Llinás. La empresa criminal también habría tenido injerencia en las pasadas elecciones regionales de 2015.
Con las revelaciones del fiscal Martínez, la familia Char, que puso 8 congresistas, recibió el primer garrotazo después de que el nombre de Fabián Castillo, actual representante a la Cámara, senador electo de Cambio Radical y quien le responde directamente a la familia barranquillera, apareciera en la investigación como uno de los beneficiados de la empresa criminal que destapó el fiscal Martínez. Otros de los dirigentes políticos de la Costa vinculados a la red se encuentran los diputados Jorge Rangel y Margarita Balén. Así como los concejales y exconcejales Juan Carlos Zamora, Aissar Castro Reyes, Aissar Castro Bravo y Vicente Támara. A estos exfuncionarios se les imputarán cargos por concierto para delinquir y corrupción al sufragante.
Finalmente, Margarita Restrepo, representante a la Cámara de Antioquia con el Centro Democrático, también terminó involucrada en esta investigación. Según Martínez, la campaña de Restrepo ofreció viajes a San Andrés, televisores y tabletas a cambio de votos. Hasta el momento, la barranquillera Aida Merlano es la única capturada de los congresistas involucrados. También hay otras 7 personas detenidas y la investigación de la Fiscalía tiene bajo la lupa tanto a empresarios, como Julio Gerlein, como a otros 2.000 involucrados entre dirigentes locales.
Actualizado 21.06.18. Publicado originalmente el: Abril 12, 2018