Cada día más personas se preocupan por sus finanzas personales, sea porque tienen una gran cantidad de deuda o porque saben que la única manera de progresar a largo plazo es teniendo una adecuada educación financiera.
Desde los gurús financieros hasta las instituciones financieras más grandes impulsan y resaltan la importancia del ahorro. Muchos hemos escuchado que es menester guardar al menos el 10% de tus ingresos mensuales.
Sin embargo, pocos saben qué hacer con ese dinero que ahorran y este termina evaporándose a la primera oportunidad. Puede que sea para un viaje, algún regalo para alguna festividad o cualquier otra razón, pero en definitiva ese ahorro termina siendo un dinero que gastamos cuando menos pensamos.
La realidad es que el ahorro es una clave fundamental en cualquier persona que quiere mejorar sus finanzas, sin embargo, este de nada sirve si lo gastamos en algo que no nos dará una rentabilidad.
El ahorro es precisamente para ello, para invertirlo. Puede que pienses “yo no sé invertir”, “las inversiones son muy riesgosas”, “eso es para otra gente”, “yo tengo una familia que sostener”, entre muchas más excusas que te dices a diario para no hacerlo.
Estamos en el siglo XXI, hoy en día existen muchísimas instituciones dedicadas a invertir el dinero de sus clientes, teniendo en cuenta su perfil de riesgo, es decir evalúan quién eres, qué responsabilidades tienes y sobre todo qué aversión al riesgo posees.
Porque no es lo mismo que un joven de 20 años quiera invertir su dinero a que un padre de familia de 50 años con hijos invierta su dinero o una persona de 70-80 años. Cada uno tiene responsabilidades, metas y perfiles de riesgo distintos.
Existen comisionistas de bolsa, fondos de inversiones, fiduciarias, entre otros que están dispuestos a recibir tu dinero y manejarlo por ti.
La inversiones van desde nulo o bajo riesgo hasta alto riesgo, donde las de más bajo riesgo pueden ser los CDTs que te dan una rentabilidad muy baja pero tú sabes que tienes tu dinero seguro, pasando por bonos (títulos de deuda) que pueden ser corporativos o gubernamentales que tienen un poco más de riesgo pero en general son muy seguros (depende de la calificación de cada bono) y te dan un poco más de rentabilidad, hasta las acciones que tiene inherente un riesgo alto pero que el potencial de rentabilidad es mucho mayor.
Sin embargo, como lo hemos mencionado, si no sabes invertir, existen diferentes opciones para ti, una de las más populares es los fondos de inversión. Estos tienen profesionales especializados y expertos que utilizan tu dinero y lo invierten en diferentes activos, de esta forma puedes diversificar tu portafolio y riesgo, además de tener una rentabilidad generalmente buena a cambio de una comisión.
Los fondos de inversión normalmente compran una variedad de instrumentos financieros, es decir si entras a un fondo de inversión que invierte en acciones de Estados Unidos, esta compra las acciones de diferentes compañías de ese país, realizando previamente un análisis exhaustivo, así no estás sujeto al desempeño de una sola empresa, sino que obtienes una diversificación de activos.
En el 2019 no hay excusas para no invertir, siempre busca personas responsables, éticas y sobre todo que tengan un historial de rendimientos positivos para depositar tu dinero. Si lo haces bien, en unos años podrás disfrutar de un ingreso por el cual no tuviste que trabajar nada, solo dejarlo un tiempo prudente dentro del fondo de inversión.