Hasta José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch en Latinoamerica, alguien poco sospechoso de comunista, lo ha dejado claro
En redes todos están alborozados. Todos menos los amargos de siempre. Lo primero que hizo el Senador Uribe después de hacerse oficial la entrega de armas fue dar sus opiniones al respecto. Por supuesto no había ningún mensaje positivo, al contrario, le recordaba a su fanaticada –que es más caudalosa que la de Silvestre y son casi los mismos- que las Farc tienen 40 mil fusiles más encaletados que se los compraron a Vladimiro Montesinos. Fiel a su costumbre el ex presidente no aporta ninguna prueba, tan solo cumple el principio goebbelsiano de dejar circular el rumor. Él sabe lo que hace, no en vano es el Gran Colombiano.
Hernán Prada, un senador que últimamente ha ganado protagonismo al hablar mal del proceso de paz y de llamar terroristas a los muchachos de voces de paz en el Congreso, atacó con su acostumbrado odio
Como ven estos muchachos no están dispuestos a ceder, así como así. Ellos irán hasta el final con tal de seguir dividiendo a un país que está perdiendo la oportunidad histórica de celebrar el fin de un conflicto. Todo por culpa del señor Uribe quien antepone su deseo de perpetuarse en el poder –quien sabe para qué- al bien general. El señor Uribe igual se iba a sentar a hablar con la guerrilla pero como no le tocó a él el privilegio de ganarse un Nobel, entonces está en su papel de saboteador. El pueblo es ignorante pero la historia no. La historia es tremenda jueza y el Gran Colombiano va a ser recordado como el saboteador de la paz.
Lo preocupante es que la gente le cree a él y a su cuenta de twitter por encima de lo que puedan decir lumbreras como Yohir Akerman. No hay nada ganado aún y el hombre tiene todas las de imponerse en las próximas elecciones. Ya tiene lista a su marioneta preferida, al doctor Zuluaga, ese si es obediente no como el oligarca Santos quien, fiel a los de su clase, jamás dejará que un montañerito le vaya a decir lo que el tiene que hacer. La marioneta Zuluaga va a hacer realidad lo que prometió Londoño: hacer trizas el acuerdo de paz de pronto para beneficiar a los mismos ganaderos de siempre.
No, con el desarme total de las Farc aún no se ha ganado nada. La derecha va a seguir jodiendo y van a aprovechar cualquier inspiración de los violentos, como sucedió en el Andino, para hacerle mala prensa a la paz. Ellos no se van a desarmar porque lo único que quieren es volver al poder. Si ustedes los ven en redes pueden ser mas virulentos que los hinchas de Nacional o Millonarios.
Yo por ahora haré un propósito: no volveré a hablar mal de los uribistas. Este será mi último comentario. Abriré mi corazón y los dejaré entrar. Ojalá no me vayan a dar en la cara por marica