¿Dónde está Esteban Chaves?, ¿por qué nadie habla de él?, ¿vino al Tour? En Colombia solo se escucha Nairo, Nairo, Nairo, y Rigo por ser la moda. Pero qué hay del subcampeón del Giro de Italia y actual pódium de la Vuelta a España, ¿acaso no ha hecho suficiente para merecer estar en boca de todo el mundo?
Es verdad que ni las cámaras de televisión lo han captado, y es que su actuación tampoco lo amerita: 55 minutos con 52 segundos lo separan del líder y su nombre aparece en la casilla 48 de la general. Está por debajo de Rigoberto, Nairo, Henao, Betancur y Pantano, e incluso su equipo ha decidido quitarle la ‘cintilla de capitán’ para dársela a Simon Yates, quien es sexto en la clasificación.
Sin embargo, pareciera no importarle a nadie el bajo rendimiento del pedalista bogotano, quien llegó como favorito para estar dentro del podio y ahora, muy probablemente, no va a estar dentro de los veinte primeros. En las etapas de montaña, pocos se preguntan por qué nunca está en el lote principal. Como gregario de Yates, tampoco interesa que jamás aparezca para ayudarlo a subir a la meta. Solo se vive pendiente de Nairo, de por qué Nairo no atacó, de qué le pasó a Nairo, de montarse al bus cuando otro colombiano se destaca como Rigo, e ignoramos que otra promesa del ciclismo de élite está pasando un terrible rato y está fallando en la propuesta de hacer una gran campaña en su primer Tour.
Quintana, por despertar más ilusiones, le llegan más críticas por no cumplir su objetivo, lo que es normal. No obstante está de octavo, y todavía tiene una mínima chance de meterse entre los tres punteros. ‘Chavito’ tiene una capacidad enorme y su desempeño ha sido en serio paupérrimo. Supuestamente, según palabras del DT del Orica, la muerte de la fisioterapeuta lo tiene en bajo nivel anímico y de ahí el mal transcurrir. Como será que ni los medios han salido a buscarle una entrevista y por eso casi ninguno ha informado del tema; porque claro, si queda de segundo, tercero o 35, ¿a quién le importa?
Tampoco se trata de darle palo, ni mucho menos igualarlo con Nairo, ya que al parecer entre más grande es el éxito, mayor es el garrote. Hay que recibir todas las debacles por igual y reconocer que aunque haya participaciones fallidas, hay un deportista luchador tratando de sacar la cara por nuestra tierra. Ahí es que uno se da cuenta que seguimos siendo primíparos en esto de apoyar al cliclismo.