Pocos técnicos han salido peor de la selección Colombia que Hernán Darío Gómez. Desde que golpeó a una mujer en el bar El Bembé en el barrio La Macarena de Bogotá, cuando era el seleccionador nacional y había tenido una decorosa Copa América en el 2011. Pero el escándalo hizo insostenible su permanencia y fue echado y repudiado por el evidente episodio de violencia de género.
Bolillo tiene teflón y recayó en la selección panameña, otorgándole la primera clasificación de la selección canalera a una Copa Mundo. Después de Rusia 2018 intentó regresar a Ecuador con pésimos resultados. Luego recayó en el Medellín en donde en la temporada pasada no clasificó a las finales del torneo y en el presente no ha ganado un solo juego.
Por eso la autoridad que puede tener sobre el futuro de la selección se ha mermado y optar por callar en un tema tan espinoso como es el caso James Rodríguez.
Es que uno de los pocos técnicos en el país que siguen pensando en que James debe tener cabida en la selección, sobre todo en las eliminatorias, es Bolillo Gómez quien dijo lo siguiente del colombiano: "James es un jugador que a todo el mundo le hace falta, James y Reinaldo van a hablar, van a estar juntos porque hay que ir al mundial". Además dijo del cucuteño: "Si vemos las estadísticas de él en Real Madrid, está por encima de muchas figuras del mundo, James es un jugador que puede entrar al equipo en cualquier momento, siempre va a generar preocupación para el rival y bien para el equipo propio, puede entrar 10 minutos y tiene opción de gol o pase gol".
¿Es necesario que Bolillo surja como abogado del diablo en estos momentos?