La esquizofrenia de la sociedad es barbará, pero es comprensible si lo único que tienen son los medios de comunicación nacional, ya que así se ha reportado en investigaciones como “Los medios de comunicación en Colombia frente a las demandas de los ciudadanos”:
El epicentro de los acontecimientos está en Bogotá (52 %) y en los departamentos y las regiones (27 %), donde predomina un periodismo de declaraciones estrechamente relacionado con el peso de las fuentes oficiales, entre las cuales tienen mayor figuración voceros de la policía, de los ministerios y de las alcaldías; que hay una marcada tendencia al “unifuentismo”, con 43 % registrado en Bogotá, Medellín y Barranquilla. El 30 % presenta más de dos fuentes y 27 % de las piezas analizadas no menciona sus fuentes. Las fuentes son 71 % masculinas y 15 % femeninas
–especialmente en Bogotá y Barranquilla–. Las mujeres son fuente para temas relacionados con el entretenimiento, la salud y los problemas sociales.
Por lo tanto, la esquizofrenia que se debe definir para no llegar a malas interpretaciones como “un trastorno mental grave por el cual las personas interpretan la realidad de manera anormal”; por eso la esquizofrenia de algunos con la mencionada senadora María Fernanda Cabal, que propone legalizar el porte de armas en Colombia, esto ante los crecientes casos de inseguridad que se ven a diario en ciudades y municipios del país, puede ser algo que haya que tolerar.
Pero las universidades también están con esquizofrenia, aunque ojo, no estoy hablando de los docentes, ellos están subcontratados, ellos mantienen a flote un bote que está que se ahoga, y los rectores y la administración que salen en los periódicos qué; becas, créditos educativos, rebaja de matrícula, y más promociones para qué, para mantener una infraestructura que no está dando soluciones reales a esta sociedad porque la corrupción no lo permite ni el robo de tierras. No obstante, qué le va importar a los administrativos de una universidad.
No, ellos están para dar créditos y buscar convenios con empresas, como si las empresas fueran la solución de este país. Y es que la esquizofrenia mediada por la clase social es cada vez peor, porque cómo es posible que sigan buscando endeudar a una población joven, con cero garantías laborales y más aún, secuestrando el conocimiento que se genera porque que no puede dar soluciones reales a todos los problemas que tenemos como sociedad, como por ejemplo que “entre julio y septiembre de este año se produjeron 21 episodios de desplazamiento forzado en Colombia, que obligaron a 15.644 personas a abandonar sus hogares por amenazas, ataques o choques de actores armados, más del 100 % que el mismo periodo de 2020", según reveló el último informe de la Defensoría del Pueblo.
"Un total de 5.266 familias fueron víctimas de desplazamiento forzado en 12 municipios de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Cauca, Chocó, Nariño, Norte de Santander y Valle del Cauca", dijo el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Si no se cambia el modelo de educación “privada para casi todos” e inserta en la sociedad y en las comunas, estas instituciones que deberían estar soportando a la sociedad, va quedar ahogada en la oferta y la demanda.
“Agúzate que te están velando”, que tarde te comprendí, tocayo.