Aguas Claras, la más grande planta de tratamiento de aguas residuales del país, construida por EPM en el municipio de Bello con una inversión de $ 1.6 billones, logrará que el contaminado río Medellín que atraviesa la ciudad y que fue canalizado hace más de 60 años le entregue al río Cauca un caudal en un 84% limpio. Se trata de una megaobra complementaria de la Planta de Tratamiento de San Fernando en Itagüí, también construida por EMP, que ha dejado importantes aprendizajes.
Pero Aguas Claras da un paso adelante en tecnología y aprovechamiento de los residuos: cierra el círculo. Gracias a la planta de secado térmico con tecnología alemana incorporada en la última etapa del proceso, el megaproyecto logrará transformar los desperdicios de 2.2 millones de personas de Medellín y Bello, el lodo y las aguas residuales que circulan por las redes de alcantarillas que tiene Medellín, en material vegetal que será empleada para abonar jardines y árboles en el plan verde impulsado por el alcalde Federico Gutiérrez para contrarrestar el alto grado de contaminación de la ciudad. Parte de los deshechos se emplearán también como material de relleno en la adecuación de terrenos para obras públicas. La planta procesará 140 toneladas diarias de materia orgánica.
La materia orgánica seca que quedará como resultado final del proceso de será empleado como abono para el plan de parques y arborización de la Medellín.
Se trata de un proceso tan asombroso como complejo. Basta ver las contaminadas y oscuras aguas del río Medellín nutridas de lodo, alcantarillas y basuras que atraviesan la ciudad y las que llegan al Cauca después de un proceso de 8 pasos que remueve 120 toneladas diarias de materia orgánica y a su vez autogenera el 30% de la energía requerida para el funcionamiento de la planta.
Estos son los ocho pasos del proceso de descontaminación de Aguas Claras, la planta más moderna de América Latina.
El proyecto tardó siete años en construirse, pero fue concebido dentro desde comienzos de los años 80 por parte del Estudio de factibilidad del programa de saneamiento del rio Medellín y sus quebradas afluentes realizado por la Compañía Colombiana de consultores –Greeley and Hansen. Una propuesta a la que solo le faltan dos PTAR secundarias en Girardota y Barbosa, que EPM construirá, para que la descontaminación del río sea del 100%.
Para su financiación contó con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo de USD 450 millones y en el 2007 culminó la etapa de siembra de cerca de 12.000 árboles correspondiente a programas de compensación ambiental. En las orillas del río saneado se prevé la construcción de parques lineales. Para lograr este complejo proyecto se dio una combinación de tecnologías a través de constructoras coreanas, españolas y alemanas teniendo en cuenta que fue en Europa donde implementaron hace más setenta años las primeras plantas de tratamientos de aguas residuales para descontaminar los ríos de Francia y Alemania inicialmente. El sistema de secado térmico permite transformar los residuos que entran en abono fue hecho con tecnología alemana.
El consorcio temporal hispanocoreano HHA —Hyundai y Acciona— se ganó la licitación para la construcción de Aguas Claras en 2011 cuando el alcalde Alonso Salazar presidía la Junta directiva de EPM y Federico Restrepo se desempeñaba como gerente general; a quien le correspondió darle inicios a las obras fue a Juan Esteban Calle. En la inauguración de la obra este martes 3 de junio no recibieron un especial reconocimiento por parte del gerente de EPM Jorge Londoño ni el alcalde Federico Gutiérrez, presidente de la junta, precisamente por los retrasos de casi cuatro años que tuvo el consorcio en el desarrollo del proyecto, con el que aún hay litigios en curso.