Pensar diferente, actuar en contra de la corrupción y el clientelismo, ser mujer, docente y sindicalistas, es cargar con un fardo que en una cultura machista, misógina y politiquera redunda en amenazas agresiones y maltratos como los que padecí el día de las elecciones al Consejo Superior como candidata de los egresados. No basta con que me dejaran sin trabajo y me persiguieran sindicalmente. Ahora debo soportar las agresiones de supuestos estudiantes que dicen defender a un Rector al cual solo se le profiere el sano y constitucional derecho a la crítica.
Las personas de bien que pensamos en una universidad diferente, que no tenemos un enorme musculo financiero puesto al servicio del clientelismo y la compra de conciencias solo tenemos la palabra y la actitud crítica como máxima herramienta para la denuncia.
¿Solo basto con sacar unas caricaturas del Maestro Juan Parra y colgarlas en la Casona para que un grupo de estudiantes se abalanzaran sobre mi humanidad y la del profesor Germán Granados en actitud zafia y hostil a empujarnos y arrancar las caricaturas porque según los estudiantes “Ofendían al señor Rector” ¿de qué se trata todo esto? ¿Acaso debemos pedir permiso a los secuaces de la violencia para hacer crítica y denuncias de orden académico, político y social? (Anexo Caricaturas)
¿Qué pensarían Vladdo, Calarca, Grosso, Turcios y muchos otros caricaturistas amigos del maestro Parra ante estas agresiones comandadas no se sabe por qué nefastos personajes que intentan acallar la crítica y el despertar de conciencias?
¿Cuándo dejó de ser la universidad el último bastión para el libre pensamiento y la divergencia de las ideas con actitud crítica y ante todo académica?
¿Estarán pagando y manipulando estudiantes bajo intereses oscuros para que hagan las veces de guardianes nocturnos de la “fe y la moral” y sobre todo para que realicen un supuesto “Control Social” que impida la realización de protestas y movilización por demandas justas al interior de la universidad?
Afortunadamente el profesor Germán Granados actuó en mi defensa mientras funcionarios de la Universidad y candidatos al Consejo Superior cercanos a Elio Serrano, observaban inmóviles la triste escena con una ligera sonrisa en su rostro.
Agradezco la solidaridad del Personero Richard Parada Jauregui, el candidato Mario Zambrano, el estudiante Borman Urrego y por sobre todo German Granados quienes actuaron en mi defensa en lo que, en mi condición de Docente de la Universidad de Pamplona, asumo como una flagrante agresión a mis derechos, mi condición de mujer y mi dignidad como ciudadana preocupada por los destinos de mi Universidad de Pamplona.
Atentamente,
YOHANNA DEL CARMEN MALDONADO OBANDO
Vicepresidenta ASPU Seccional Universidad de Pamplona
Candidata de los egresados al Consejo Superior