Alejandra Borrero no es solo actriz. A la par de sus papeles estelares en Café o en Azúcar decidió jugársela como empresaria y armó hace ya casi veinte años Casa Ensamble. Un especio para albergar a la gente del teatro, su verdadera pasión. Allí se puede aprender pero también practicar, presentar obras, reunirse, reir, entretenerse, tomar cerveza alrededor de todo tipo de espectáculos. Aquello que a Alejandra le ha fascinado hacer, todo prohibido por la pandemia. La cuarentena y el coronavirus le están quitando el oxigeno pero está guerrera no se va a rendir.
Agoniza su proyecto más querido: Casa Ensamble
Alejandra Borrero reunía allí a la gente a hacer teatro, a aplaudir obras, charlar y reírse; a tomar cerveza, todo lo que la pandemia enterró. ¿Qué va a hacer?