Es cinco de marzo y estoy frente al escenario del Petra viendo Labio de Liebre y lloro, lloro y río como un loco. Sólo los que han visto esta obra, estrenada en el Teatro Colón en marzo del 2015, saben el efecto que puede tener en un colombiano que medianamente conozca la historia de este país. Es 5 de marzo y nadie sabe lo que está a punto de pasar. Todo se cerrará, las luces de neón se apagarán. Nunca seremos los mismos.
El Teatro Petra, el que creó Fabio Rubiano y su compañera Marcela Valencia en 1990, está, como tantos otros negocios, padeciendo los rigores de la cuarentena. Fabio Rubiano no se queja, ya ha visto demasiado y sabe que de esta va a salir, pero como nos dice esta entrevista le da envidia que Alemania, Francia y todos los países desarrollados el teatro forma parte de la canasta básica familiar. Acá la Economía Naranja poco sabe de tradición cultural. Fabio Rubiano sonríe pero tiene miedo. ¿Quién no lo tiene?