Comienzo diciendo si existe el racismo, gente como usted o como yo lo aprueba sin darse cuenta y este fenómeno persiste en apoderarse de nosotros, aun argumentándolo sobre un hermanísimo y amor por una etnia, o sea el racismo consiente, pero sin opción…
Hoy que me entero de la llegada de Diana Mina al set de este importante canal (RCN), es que reflexiono: ustedes argumentando que la salida de Edna se da porque es Negra y usa su cabello Afro, les pregunto, si el asunto era de color, ¿por qué llegó Diana? Espero no piensen que por el cabello, pues el cabello me identifica, pero no me define en mi ser.
Recordemos el papel que representa la famosa ley de cuotas para las “minorías” aquí se ve claramente este caso. No voy a entrar a discutir los roles profesionales de estas dos hermosas, críticas e integras profesionales mujeres, quienes cada una desde su esquina no ha hecho más que esforzarse doblemente para salir adelante y hoy estar donde están, pateando todas esas piedras que nos encargamos de ponerles cuando las medimos y nos permitimos entrar en el ciclo, ni siquiera circulo vicioso al que el Estado nos sometió y metió.
Pero no nos desviemos, sigamos con las cuotas, esta es la única opción que nos quedó o imagínense esperar a la merced de los dueños del poder una oportunidad, seriamos como esclavos con cierta clase. Ley de cuotas que espero algún día dejar de aplaudir, pero por el solo hecho de reconocer el arduo trabajo de mis ancestros, de mis hermanos luchadores vale la pena reafirmarla hasta que no seamos negros, afros, mestizos, indígenas, si no gente, como esa gente que no es señalada por su característica física si no por sus capacidades y logros.
El tema es que no vemos normal, no aceptamos que 10 “diferentes” puedan estar en el mismo espacio, de esos espacios poderosos, aquí prevalece poner a cada uno de esos 10 en lugares diferentes para cumplir y listo.
Recuerdo aquel tiempo cuando vi demasiada TV y todos eran mestizos y normal no pasó nada, lo que no entiendo cuál es el temor a lo contrario. O sea, Diana de presentadora y Edna profundizando en el significado de la inclusión y la diversidad en el mismo canal, será que las dos juntas no se ven bien en el set?
Aunque esta ley de cuotas acepta el racismo, nos deja intervenir en diferentes espacios, ganarnos o más bien arrebatarlos, mientras la cosa se “normalice” o sea, cuando no sea sorpresa ver un negro presidente, cuando no nos aterremos por ver un ministro indígena en el poder, cuando sea normal que un discapacitado reciba una beca académica en la mejor universidad, en fin, cuando los logros de la diferencia sea cultura, sea valorado y no una sorpresa, cuando en el test antes de conocerte dejen de preguntarte, de que etnia eres, que sexo tienes, cuál es tu género, tienes discapacidad, etc…
En qué momento empezamos a vernos los colores, las características físicas, en qué momento nos clasificaron y porqué aún hay lugar para decir usted el negro, el afro, el indio, el canela, la de los crespos, la prieta, la mona, la rubia, el de la muleta, el de la silla de ruedas...
Esta diferenciación empezó cuando nos clasificaron por nuestras características y no como personas capaces y sensibles merecedoras de oportunidades dignas.
Ej: Ud. que aprobó el ICFES estudia y ud. que lo perdió pailas, vaya corte caña, después entra al SENA. El estado se preocupó bien por seguir creando y sostener la clase pobre y la media.
Nota:
- Las acciones de elogiar de las gentes “diferentes” no pueden seguir viéndose como casos extraños.
- Las acciones erróneas de estas mismas gentes no deben de ser juicio para cerrar puertas.
Neira Zúñiga