Hace un par de semanas tuve la oportunidad de viajar por Colombia y de conocer un lugar maravilloso: Caño Cristales. Acostumbrado a viajar independientemente, me molestó un poco no poder visitar este lugar sin tener que unirme a un grupo y contratar los servicios de una agencia. No es el tener que pagar lo que me molesta; es el no poder planear mi propio recorrido, a mi propio ritmo y sin tener que interactuar con desconocidos y escuchar conversaciones de las que poco entiendo. Una vez allí entendí el por qué es necesario visitar el lugar por medio de una agencia. La protección de este maravilloso lugar (y quizás único en el mundo) requiere ciertas reglas estrictas: fijar una carga máxima (máximo numero de visitantes permitidos por día), definir los senderos, delimitar las áreas en las cuales es permitido o no bañarse, contratar los servicios de guías locales, impedir el ingreso de botellas PET, prohibir el uso de repelente o bloqueador solar (aunque algunos turistas insistían que lo que estaba prohibido era ingresar estos productos pero que aplicárselos en el hotel antes de salir por supuesto estaba bien....), etc. Sin estas medidas y sin el nivel actual de control y organización muy seguramente Caño Cristales se convertiría muy pronto en un recuerdo.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos de CORMACARENA y las autoridades locales por proteger este lugar tan especial, el día 11 de Octubre llegó a La Macarena un grupo de aproximadamente diez vehículos 4X4 después de haber atravesado parte de la zona protegida de Caño Cristales. Los señores en cuestión sabían que estaban ingresando a un área protegida, sabían que era prohibido transitar en carro por esa zona y sin embargo lo hicieron. Violar la ley a sabiendas de que se esta violando! Escuché cuando uno de los miembros del club (quien conducía un Willis antiguo café claro) llamo a los demás miembros del grupo desde el planchón que cruza el río Guayabero: “vénganse tranquilos que acá no hay controles de nada, acá no esta ni CORMACARENA ni la policía ni nadie”. Para su sorpresa allí si estaba CORMACARENA y la policía venía en camino.
Al parecer algunos de estos señores pertenecen al grupo de facebook Willis Obsesión
Afortunadamente las autoridades actuaron, retuvieron los vehículos por un tiempo e individualizaron a los infractores. Pero la sanción en mi opinión y según tengo conocimiento se quedó corta: Una charla en las oficinas de CORMACARENA y la firma de un acta de compromiso. Mientras no haya sanciones fuertes y efectivas hechos como este seguirán ocurriendo y lugares como Cano Cristales seguirán en riesgo. Muy triste saber que personas inconscientes están jugando con el patrimonio y los recursos de todos los colombianos. Ojalá el mensaje les llegue a través de este medio y de su grupo en las redes sociales y los colombianos les hagan sentir que la protección de los recursos naturales esta por encima de sus aficiones.