-Cuando le dispararon a Luis Fernando también acabaron con mi vida.
Adriana Herrera, la esposa del Campeón de la vida, ha vivido su propio calvario pegada de su mano. El disparo aún suena con rudeza. El 22 de diciembre de 2004 no existía en Suramérica un Director Técnico de fútbol más cotizado que este paisa de pura cepa.
Había ganado la Copa Libertadores en junio y el 7 de diciembre acababa de jugar contra el Porto, el partido más importante de su vida: la final de la Copa Intercontinental. Un equipo humilde se había ganado la oportunidad de ir a Tokio después de vencer al multicampeón Boca Juniors.
En Japón, los periodistas de ese país buscaban una entrevista para conocer el secreto del éxito cuando Luis Fernando Montoya sonaba para ser Técnico de la Selección Colombia y lo único que necesitaba el Profe era tener un tiempo para pensar.
Ese día, Montoya fue con su esposa, Adriana Herrera y con uno de sus hermanos a un Centro Comercial en Medellín para comprar los aguinaldos para su familia. Sin saberlo, el Campeón de la Libertadores con el Once Caldas, lo seguían dos ladrones.
Al llegar a su casa en el Municipio de Caldas, los hombres lo abordaron y, antes de robarle, le dispararon. Así empezó una tragedia que hace 19 años lo transformó a él y a su familia. Aunque los médicos le dijeron que le quedaba poco tiempo de vida, Montoya sigue luchando.
La Universidad Minuto de Dios le hizo un homenaje este 27 de septiembre de 2023 en su sede en Bello, Antioquia, donde le entregaron un título como Licenciado en Educación Física, Recreación y Deporte. Como siempre, su esposa estuvo en primera fila.
Así nació el amor con Adriana Herrera
Era 1993 y Adriana Herrera trabajaba en Granahorrar, en la sede que quedaba en la plaza central de Caldas. Una amiga en común los presentó. En esa época, Luis Fernando era entrenador de las divisiones inferiores de Nacional y se interesó inmediatamente por ella. Un romance rápido. Dos cines, unos helados, unas cuantas cervezas. Y una declaración muy original: “No voy abrir una cuenta en Granahorrar, vamos a abrir los dos una cuenta del amor y la vamos a poner a producir”.
Se casaron en 1998, cuatro años después, Luis Fernando consiguió su primer título profesional con el Once Caldas. En 2004 era Campeón de América, pero todo se esfumó el 22 de diciembre.
La difícil recuperación
El Profe no está solo y su esposa tampoco. Los acompañan tres fisioterapeutas, una empleada, Elisa Gómez y un psicólogo. Siempre están buscando las últimas ayudas para recuperar algo de movilidad. Las cuentas las pagan entidades como la Personería de Bogotá, Coldeportes, Bancolombia, Comfenalco y el Sena mientras ella se ocupa de no desfallecer, de mantener el espíritu, de disfrutar cada segundo de vida.
En este momento, además del título universitario, Montoya desea que el Caldas le pague una deuda que tiene con él desde hace 20 años y sobre la que, poco a poco, ha venido perdiendo la fe porque contrario a lo que muchos piensan, el campeón de la vida no tiene el apoyo económico que un héroe como él necesita.
