En Colombia, que tiene una sociedad arribista, discriminatoria y supersticiosa, la utilización habitual de términos peyorativos como campesino, ñero, indio, coima y chandoso demuestra que todo lo que no pertenezca a lo socialmente aceptado o proceda de un origen humilde no sirve. Y por supuesto, los animales tampoco se han librado de este comportamiento retrógrado.
En el centro de zoonosis de Bogotá, la mayoría de los animales que están en adopción comparten un estigma que dificultará en mucho la posibilidad de que encuentre un hogar definitivo: son de color negro.
Aunque que por cuestiones de genética la gran mayoría de perros y gatos criollos son de este color, aumentando la población adoptable, la superstición tiene también un papel importante en este aspecto, ya que debido a la “mala suerte” que los animales de pelaje oscuro llevan desde su nacimiento son desechados en los centros de adopción, teniendo como triste salida la permanencia definitiva en estos albergues o el sacrificio, ya que en muchos centros de adopción los animales que no se adoptan en un determinado tiempo sufren este destino.
Una familia que desea adoptar un perro (acto noble, bondadoso y desinteresado) debe tener en cuenta para la elección de su nuevo compañero el carácter que este tenga, su estado de salud, o si es hiperactivo o más bien sedentario, pero muchos hacen de lado al animal, que incluso supera con mucho estas características, simplemente por haber nacido con su pelo oscuro.
¡Ay de los gatos negros!
Estos sí que la han pasado mal a lo largo de la historia, que en medio de las películas de terror de Hollywood se muestran como seres cercanos al demonio y la brujería. Incluso, las cintas infantiles de Disney presentan en sus fábulas de príncipes y princesas a las malvadas brujas acompañadas siempre por un maligno felino negro desincentivando el amor que pudieran generar. Todo esto, además de una mala educación en casa, genera que el rechazo hacia ellos comience desde el mismo momento de su nacimiento, lo cual reduce la posibilidad de este tipo de discriminación termine.
Además, sumándose a este problema, está el maltrato que los gatos negros reciben en las calles, ya que debido al estereotipo que las personas han formado de ellos, los repelen al máximo, y si uno de estos animales merodea el barrio es a menudo golpeado y envenenado al tratarse, según algunos ignorantes, de un ser cargado de maldad y energías negativas.
¿Qué es un prejuicio?
El diccionario define esta palabra como: “Juicio u opinión, generalmente negativo, que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario.” Pues eso es justamente lo que debemos eliminar de nuestra mente, la cantidad de prejuicios que tenemos acerca de los animales negros, y darnos cuenta de que podemos encontrar en ellos, a seres amigables y cargados de mucho amor para darnos; todo depende de nuestra perspectiva y la capacidad que tengamos para mira el alma antes que el color.
