Mil personas paralizaron el puerto del Pacífico este martes 30 de enero para despedir al Temístocles Machado, el vecino, el amigo, el luchador incansable por los derechos de su gente, los negros de Buenaventura. Habitantes, como él, de los barrios pobres del pueblo, muchos nacidos de robarle tierra al mar y otros producto de la ocupación de tierras varias décadas atrás, como en su barrio Isla de paz. Fue una lucha por la legalización que inició su papá y que Temístocles nunca abandonó para no ser desalojados. Su último gran compromiso fue con el Paro cívico del pasado noviembre que lideró desde el Comité de paro y cuyos logros alcanzó a celebrar.
Su familia veló el cuerpo durante 48 horas en medio de cantos afro en el anden de la casa. El parqueadero con el que se ganaba la vida, y en donde lo esperaron los sicarios para asesinarlo con tres tiros a quemarropa, se convirtió en un lugar de peregrinación. Allí estaba su gente, aquellas familias que gracias a las peleas que Temístocles y otros cuantos negros templados dieron incanzablemente, no perdieron sus viviendas.
Caminaron casi 4 kilómetros hasta el Cementerio Central en una larga marcha, ríos de gente como las grandes movilizaciones del Paro civico. Fue un viaje en el tiempo: parecía una movilización del Paro Cívico: "El pueblo se respeta carajo", volvió a salir de unas 1,000 gargantas que cantaban, más que con tristeza, con indignación.
El portal Pacifista había acompañado a don Temis en diciembre y su vocería en el paro, lo convirtieron en uno de los líderes más visibles. Su asesinato no pasó callado y provocó una campaña en redes #TemistoclesMachado. Los caminantes llevaban sus camisas estampadas para la ocasión: Yo también soy don Temis.
Una de las peleas más duras y que formará parte de la investigación de la Fiscalia fue contra Jairo Arturo Salamando, un empresario que decía ser el dueño de todo el barrio Isla de Paz. Este pedazo de tierra habitado por gente humilde está localizado en un punto estratégico, al lado de la Sociedad Portuaria y la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera. Isla de Paz se convirtió en una limitación para la expansión de varios proyectos de infraestructura. La gente que vivía ahí se quejó de que le estaban presionando para vender barato. Temis le contó al mundo y denunció con fuerza esas presiones.
Era una voz incómoda.
Nadie ha sido capturado. Fiscalía anuncióo lo que ya se sabía: a Temístocles lo mataron por defender con firmeza los derechos de los más pobres de Buenaventura, sobre todo los asociados a la titulación de tierras. Lo mataron por intentar que su gente, sus vecinos, pudieran ser dueños del suelo sobre el que habían levantado las tablas para vivir.