En Colombia, quienes en su niñez no escucharon cantar a don Vicente Fernández, junto a otros grandes cantantes de la música popular y mexicana, al pie de una cantina junto a su padre, comiendo golosinas o papas fritas de paquete, no tuvieron infancia. Y es que nosotros, los que superamos los treinta y cinco años, disfrutamos de la música de Vicente Fernández desde muy pequeños.
Por eso, hoy cuando el charro mexicano de Huentitán deja este mundo para el encuentro con su amada virgen de Guadalupe, que por ciertas cosas del destino murió el mismo día en que la iglesia católica celebra la fiesta de la virgen María en la advocación de la 'guadalupana', mundialmente reconocida por el cuadro que reposa en la basílica de Ciudad de México, tendrá doble sentido para los mexicanos.
Además Vicente Fernández parte de este mundo dejando en la tierra el amor de su vida el de su esposa María del Refugio Abarca un amor de más de cincuenta y siete años. Y es que la muerte del charro, trae un sin sabor que para muchos de sus más fieles seguidores solo quedara en la mente como el día más triste de sus vidas.
Por eso, sin lugar a duda, la muerte de Vicente Fernández es una perdida que solo con sus canciones quedara grabado e inmortalizado en la memoria de muchos bohemios que tararearon sus canciones.
Vicente Fernández hizo de todo en este mundo. Nació el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán el Alto, Jalisco, México; fue albañil, pintor, actor productor, con 14 años, participó en un concurso amateur en Guadalajara, donde obtuvo el primer lugar y comenzó a cantar en cuanto evento encontró. Debutó en el cine en 1971, en la película Tacos al Carbón, tres años después protagonizó su primer éxito cinematográfico, la ley del Monte y asi protagonizando veinte películas en total.
No solo para los mexicanos es una perdida significativa, sino para Hispanoamérica, ya que don Vicente fue un icono de identidad cultural en el mundo, gran exponente de la música ranchera en donde gran parte de la sociedad de clase media, se identificaban de una u otra manera con las letras de sus canciones.
Será sin lugar alguna, un día difícil y doloroso, para el mundo de la música con la pérdida de un gigante mexicano que, por décadas, llevó sus raíces y su cultura por todo lo alto a través del mundo, quedara en la memoria mexicana muchas de sus célebres frases, que aquí recordamos con alto sentido de pertenencia en el ámbito social donde sin duda, marcaron a su pueblo como llamaba a sus más fieles seguidores.
Mientras que ustedes no dejen de aplaudir, yo no dejo de cantar
Esta sin titubeo alguna, fue su frase más popular al subir a un escenario, era la de mayor motivación y orgullo, puesto que era a su público y por su público que vivía
"En este mundo habemos dos clases de gentes: los ricos muy pobres y los pobres muy ricos" Y añadía: "Porque el dinero es tan vulgar y tan corriente que, gracias a Dios y a todos ustedes, hasta un ignorante como yo ha tenido una vida. Pero hay una cosa que no se compra ni con todo el oro del mundo. Y eso ustedes siempre me lo han regalado sin que tenga que ponerles una pistola en la cabeza pa' que lo hagan".
Frase marcada entre aquellos a los cuales son de condiciones sociales distintas, pero aun así con alto significado social, donde la moraleja qué aquí se refleja es que no todo en la vida es dinero, pero desde el lado filosófico de Georg Simmel, el dinero es más que una medida de valor y medio de intercambio.
Más allá de sus funciones económicas, el dinero simboliza y encarna el espíritu moderno de la racionalidad, de la calculabilidad, de la impersonalidad, y por el dinero nos despojamos de una subjetividad.
La causa es que nos podemos objetivar a nosotros mismos, podemos parecernos entre nosotros mismos como algo que está frente a nosotros, pero que en realidad no somos, pero en última instancia don Vicente lo que quería decir es que hay felicidad sin necesidad de tener dinero.
Y es que en una de sus múltiples canciones, deja el significado de esas palabras donde no todo es dinero, precisamente en la canción “el hijo del pueblo” da a entender que se puede soportar y caminar por la vida siendo feliz sin necesidad de fortuna, pero que se tiene corazón y ser orgulloso de ser humilde, porque hasta el más rico o acaudalado desearía serlo, y teniendo todo el dinero del mundo le falta tener humildad.
Si nos pusiéramos a analizar las más memorables canciones de don Vicente Fernández, en medio de una carrera discográfica quedaríamos cortos como dicen los mexicanos, puesto que dejo en medio de esas letras que entono con su voz, una evidencia y un gran significado cultural.
Por eso, muchos en cualquier esquina y rincón no solo de México sino en Colombia, en estos días se sintió el repicar de todas sus canciones y desde la eternidad seguirá siendo el rey con o sin dinero, con un ingrato amor pedacito del alma que siempre adoro, dejando su ranchito triste allá al pie de la montaña donde temprano se oculta el sol...
Porque en la barca que se fue lleva una cruz de olvido, componiendo sus canciones para que el pueblo se las cante ya que su corazón se va para nunca volver, como aquel chofer a causa de tiempo que no hay para perder, para amar a la sublime y bendita mujer, debido a que entre el amor y el quedo un bohemio de afición con tan solo un millón de primaveras, porque el amor es para siempre, ya que el hombre que mas amo, dejo una ley del monte donde decía que lastima que seas ajena, porque por estos celos tu y las nubes lo traen muy loco usando las botas de charro para hacer los mandados, cantando las mañanitas a las mujeres divinas como cual albañil que desea volver volver por tu maldito amor para pedir tu perdón, a causa que solo borracho te recuerda y vives en la mente porque es un ingrato amor para hacer la diferencia que te valla bonito, de que no que no que puras habas, porque acá entre nos, escuche las golondrinas mencionar la tragedia de un vaquero que más que un tahúr, traía una derrota por motivos que sepan todos que le estorbo la ropa debido a que traía las llaves de mi alma para entrar a la hora que tu quieras, para que me des el ultimo beso en noches eternas ya que al final el tiempo no perdona, cuando manda el corazón, porque si te vas no hay lio.
En fin, solo quería recordar algunas de sus letras más entonadas y de las cuales sus seguidores o por sus fans como se dice en pleno siglo XXI, hoy cantan a grito herido y a todo pulmón, para homenajear y despedir a este gran ídolo de la música mexicana, que deja un gran vacío socio cultural entre quienes lo recordaran con una buena bebida de licor entre sus manos, mientras tratan de engrosar sus gargantas entonando sus más bellas canciones.
¡Paz en su tumba don Vicente Fernández!