Con el temple tolimense, formada en la Escuela normal de Ibagué y luego abogada de la Universidad Católica, Marilú Méndez se abrió camino en el mundo judicial colombiano por su tesón y profesionalismo. Hizo una carrera brillante en la Fiscalía dando la pelea contra la corrupción, el narcoterrorismo, las guerrillas, en un momento en que para las mujeres no era fácil la valoración profesional ni las oportunidades directivas en el cerrado sistema judicial colombiano, pero sus méritos la llevaron a ser nombrada directora Nacional del Cuerpo técnico de investigación por el Fiscal Mario Iguarán. Precisamente por ser una investigadora excepcional.
Por un error judicial, que en definitiva fue un atropello para obstaculizar su ascenso profesional –que diez años después el Consejo de Estado reconoció su inocencia y falló a su favor exigiéndole al Estado pedirle perdón e indemnizarla–, Marilú Méndez no llegó a la cúpula de la Fiscalía. La llamaban la Dama de hierro por su rectitud y templanza que puso al servicio de las causas justas.
Se hizo a un lado de la institución pero empezó su brillante carrera como investigadora independiente y litigante, y dejó huella y sentó jurisprudencia. Fue ella quien lideró el equipo de investigadores que demostró las debilidades del sistema electoral colombiano, las inconsistencias entre los formularios E14 y E24 y la manipulación que puede hacerse del software electoral con el propósito de direccionar resultados como fue el caso del Partido Mira que perdió tres curules que le correspondían en el Senado del 2014.
Desde la misma noche del 9 de marzo del 2014, cuando el Mira perdió las tres curules que tenía en Senado, empezó con su rigor característico el trabajo de Marilu Mendez para estructurar la demanda de nulidad ante el Consejo de Estado. En un fallo catalogado como histórico, el Consejo de Estado reconoció las irregularidades faltando un mes para las próximas elecciones y ordenó devolver los escaños al Partido en cabeza de cabeza de Carlos Alberto Baena, que tomó la decisión de no reclamar la indemnización económica a la cual tenía derecho.
Este es solo uno de los casos en el que Marilú Méndez se aplicó a fondo hasta lograr que se hiciera justicia, aquella que le resultó esquiva en un momento clave de su vida, pero que finalmente también logró.
El portal Las2orillas y todo el equipo en cabeza de su directora Maria Elvira Bonilla le debe un eterno agradecimiento a la Doctora Marilú por haber sido el faro orientador en la defensa de la libertad del prensa y el ejercicio profesional del periodismo. Sus enseñanzas permanecerán siempre como un ejemplo y una directriz inquebrantable a seguir.