El retiro de Martha Hinestrosa, la hija mimada de Fernando Hinestrosa, de la Secretaría General de la Universidad, fuel primer campanazo del cambio que venía. Ella fue la mano derecha en lo administrativo de Juan Carlos Henao en sus ocho años de rectoría, encargados del legado de Hinestrosa y de avanzar hacia una transición. Martha Hinestrosa era el poder detrás del trono, quien además se encargaba de mantener a su mamá, Consuelo Rey conectada con la Universidad. Todo esto es asunto del pasado.
Henando Parra, quien se desempeñó durante más de diez años secretario general en la rectoría de Fernando Hinestrosa, se fue sentando cada día más cómodo en la silla y metió el acelerador. Nombró al profesor José Fernando Rubio, quien formó parte del grupo que llegó al poder, como Secretario General, el puesto clave para ejecutar los cambios.
Se estableció un procedimiento de escogencia de decanos y directores de departamento por la vía del voto entre profesores, aunque no vinculantes y tocaron las facultades de Derecho, la de Relaciones internacionales y el programa de historia, que eran del corazón de Hinestrosa. Se retiraron la decana Adriana Zapata, Roberto Hinestrosa (hijo de Fernando ) y María Teresa Calderón, respectivamente.
Las consultas entre profesores para cambios en las decanaturas se extenderá a las distintas áreas y se espera un sacudón grande en la tradicional Facultad de derecho sobre los directores de departamentos que son más de quince y donde muchos de ellos llevan décadas. Allí están reconocidos nombres como Jaime Bernal Cuellar, Ramiro Bejarano, Saúl Sotomonte, un verdadero centro de poder del sistemas judicial colombiano y un referente en el mundo de los abogados de todas las ramas.
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