El poeta sudafricano Breyten Breytenbach, amigo de Colombia, falleció en París este 24 de noviembre de 2024, a sus 87 años.
En 2007 Breyten leyó sus poemas a dos voces, en lengua inglesa y española, en el marco del Festival de Poesía de Medellín. El poeta también nos compartió su poesía en el marco del Festival de Literatura de Bogotá, 2010, invitado por las fundaciones Común presencia y Fahrenheit 451, tanto en el teatro del Gimnasio Moderno como en el Museo Nacional.
Además de ser uno de los mejores artistas del continente africano, Breyten Breytenbach fue activista por los Derechos Humanos, defensor de la causa Palestina y opositor al apartheid en Sudáfrica; siendo él mismo descendiente de holandeses.
Breyten Breytenbach fundó el Instituto Gorée, en Dakar, Senagal, donde daba talleres de poesía, y becas para escritores y pintores senegaleses y africanos. En Ciudad del Cabo, su ciudad natal, hospedaba a artistas del mundo que él impulsaba.
Le despedimos hoy invocando el abrazo del poeta colombiano Gonzalo Márquez Cristo (1963-2016), su amigo, en la voz de una de sus traductoras al español Olga Rojas y con el cariño de tantos poetas colombianos que le admiran.
Aquí dos poemas suyos en una conversación nómada con el gran poeta palestino Mahmoud Darwish.
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cuando mueras, Mahmoud
cuando el golpeteo de tu aorta
toda letárgica y arrugada
se reviente como una serpiente púrpura
porque las líneas no puedan más
deslizar la metáfora perfecta,
y tu corazón como un poema chorree
la sangre final
en ese hospital en zonas extranjeras
del país bárbaro,
cuando tu corazón sea por fin
una vocal hendida
una luna crecerá sobre la isla
entre ráfagas de nubes
de esta corta estación de invierno
que pronto derramará tinta más viscosa
en largos versos sobre las olas
de modo que cuervos y cabras y niños indigentes
cantando puedan chapotear en la locura
como celebrando la contemplación de aves
tres, cuatro, cinco días y noches
cuerdas en el día, invisibles como morir
o el repique emergiendo puntada a puntada en una estrofa
para desatar la oscuridad
cuando el tiempo tenga a la marea como segadora
de los campos del cuerpo
hasta que los suaves velos se difuminen
en aparentes ropajes
y los designios para esta tierra de nácar
se deshagan como trapos de carne descompuesta
y la luna de mandolina se adentre virginalmente
en una canoa de hueso
tu cráneo, Mahmoud
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la identidad es palabrería del evangelio, Mahmoud
cuando como en un sueño uno oye
lo que otros dicen
e imagina que entiende/existe
ser es moverse
a través de un espectro de volcanes
y el espectáculo de las guerras
y la poesía en tiempos catastróficos
sangre
y sangre
y sangre
en tu patria
en mi mano y en la tuya
en los capullos del almendro
la cáscara del banano
la leche del niño
la luz y la sombra
el corazón del trigo
la pizca de sal
los francotiradores insomnes nunca fallan
sangre
y sangre
y sangre
esta tierra es más pequeña más silenciosa más negra que la sangre de sus niños