Salir a comprar zapatos en esta ciudad es impresionante. Hay que tener por lo menos 500 mil pesos para comprar unos Adidas originales. Los perfumes son imposibles, al igual que las camisetas. Incluso tomarse un café en Starbucks puede resultar siendo muy caro con uno de los sueldos que se ganan en este país. Incluso el problema para tener unos televisores de marca son un dolor de cabeza para un colombiano que se gane un sueldo promedio.
Así que a veces el camino es San Victorino o algunos de los sanandresitos. Ir al centro de Bogotá, bajar al sur, es la respuesta para contrarrestar unos precios cada vez más imposibles. Acá una muestra de la invención colombiana que muchas veces da cárcel: