A comienzos de los años noventa éramos tan jóvenes que creíamos que la única televisión que existía era la colombiana. Telecable era un lujo que muy pocos se podían dar en Bogotá. En provincia apenas nacía la parabólica, completamente enfocada en transmitir las incidencias de la televisión peruana. Así que lo que consumíamos era televisión colombiana. Habían sólo dos cadenas nacionales, El canal A y la cadena dos.
En el primero en 1992 estrenaron una idea de Germán Escallón y dirigida por Carlos Duplat, esta fue Fronteras del Regreso, una historia centrada en un colombiano que se había ido a Venezuela buscando un mejor futuro y que necesitaba a como diera lugar regresar. Orlando Valenzuela era el protagonista, pero, sin duda, la actriz que se llevó toda la atención y los aplausos de la crítica fue una joven de 22 años, nacida en Sogamoso y que interpretaba a una prostituta pereirana. Su nombre empezó a retumbar con fuerza, era la actriz Marcela Gallego. Su belleza y la frescura e intensidad con la que encarnaba este personaje revelaba a una de las actrices con mayor futuro en el país.
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Y el tiempo terminó de darle la razón. Gallego es una leyenda y apenas tiene 52 años. Su historia la arrancó a los 14 años cuando una tía suya, Alejandra Miranda, su primer faro actoral, le aconsejó ir a presentar un casting de un mediometraje que hacían en Bogotá. Gallego fue y se quedó con el papel. Y desde entonces se gana la vida con su pasión, con su vocación. Aún sigue siendo la nieta de sus abuelos, y puede recordar las tardes lluviosas en Mesitas del Colegio en donde sus abuelos la llevaban los fines de semana y puede aún escuchar los ecos de los viejos tangos de los Visconti y los Chacarelos cuando ellos, en una tarde de sábado, se distraían destapando la sempiterna botella de aguardiente.
La actriz Marcela Gallego Arrancó haciendo comedia siendo apenas una joven en un programa de grata recordación como fue Chispazos y su talento le ha dado para hacer todos los rangos actorales que puede exigir su profesión. En Germán es el man, en ¿Por qué diablos? O en Me llaman Lolita, e incluso interpretando a doña Gloria Pachón en Escobar, el Patrón del mal, un reto que tuvo que enfrentar, el de interpretar a la esposa de Luis Carlos Galán Sarmiento, una persona que aún estaba viva y que le ayudó ella misma a construir su interpretación.
Gallego ha dejado su impronta. Y ahora está lista para darle rienda suelta a otro de sus talentos, la capacidad para formar actores. De eso nos habla en esta entrevista:
