Soy escritor. Comencé esta aventura en 2003 y a fecha de hoy llevo cinco novelas y un libro de relatos publicados. Y, lógicamente, tengo tres novelas más recién sacadas del horno.
Y no volvió, la primera, salió con Alfaguara en Bogotá, con tan mala chepa que entonces yo vivía en Madrid y solo pude venir por pocos días. Y poco a poco del departamento de prensa de Alfaguara me iban remitiendo las reseñas que iban saliendo y a cada cual daba más gusto leer. Aquí unos ejemplos:
“Nada se salva de la afilada pluma del bogotano (Revista Cambio Sept/24/2004)...", en una velocidad y un tono semejantes a los que usa al hablar, rápido uno y fuerte el otro" (ídem).
"Las primeras páginas tienen una difícil mezcla de acentos y entonaciones que pronto fluyen haciendo reír a carcajada limpia. Es una divertida historia...", Alexandra Samper, El Tiempo, Oct 1-2004).
“ ...ágil novela de lenguaje...la burla y la risa se descubren con facilidad...el lenguaje, medio en broma medio en serio, ilumina a un escritor... Esta nueva novela urbana, de ritmo rápido y movilidad#. (María Dolores Jaramillo, Revista Al Margen, dic/2004).
"Una novela mediática que refleja los aspectos más particulares de la sociedad colombiana y hace una aguda crítica a la tragedia del país y a la idiotez generalizada de los medios de comunicación", Gustavo Tatis, El Universal, sept. 8-2004).
Y así, sucesivamente. He ido publicando mis obras que, salvo reseñas interesantes y elogiosas, parece que nunca llegaron al parto.
Pues bien, en un acto tal vez estúpido y suicida, he decidido volver a nacer, y para ello reedito aquella primera novela, Y no volvió, y desde hoy estaré en las tardes del muy agradable Park Way bogotano ofreciéndola (pasivamente) a los paseantes.
Y poco a poco vamos con las siguientes,
en su orden,
y seguiremos con "Serpentinas tricolores"
Y poco a poco vamos con las siguientes, en su orden, y seguiremos con Serpentinas tricolores, publicada en 2008 en Barcelona por La otra orilla, que fuera finalista del premio Herralde (Anagrama) de novela, y que siquiera llegó a la sala de partos. La otra orilla era Norma en España, y ya sabemos qué ocurrió con la ficción de Norma.
Bienvenidos pues.
Y hablando de…
Y hablando de ficción, ¿cuándo se darán cuenta Fajardo y López que la unión hace la fuerza?