Últimamente hay buenas noticias para Acerías Paz del Río, la siderúrgica más antigua de Colombia y una de las empresas más tradicionales del país a la que le cambió la historia por completo hace dos años cuando fue adquirida por el Fondo de Inversión estadounidense Trinity. Recientemente, se conoció que van a seguir siendo los proveedores del acero corrugado que se utiliza para la elaboración de las vigas y las estaciones de la Primera Línea del Metro de Bogotá gracias a la renovación de su acuerdo con la CHEC y ahora dieron a conocer que van a llevar a cabo un gran plan de modernización con el que buscan mantenerse a la vanguardia.
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Este plan lleva consigo una inversión de $51.000 millones, los cuales serán destinados, primero que todo, a hacerle mantenimiento y reforzar el horno más importante para asegurarlo a largo plazo y, segundo, construir dos plantas de oxígeno que les permitirán pasar a tener una operación más sostenible con el medio ambiente.
Ahora bien, en línea con ese último objetivo, también tienen entre sus prioridades sacar adelante uno de los proyectos más ambiciosos de su historia reciente y que, además, va de la mano con la transición energética que busca el gobierno de Gustavo Petro: tener su propio parque solar, lo que los convertiría en la primera siderúrgica en el país en contar con este tipo de infraestructura.
No están solos en esa causa
Como otras tantas empresas privadas de Colombia, como es el caso de Alpina, Paz del Río tendrá a Celsia, filial del Grupo Argos, como aliada para dar el paso hacia la energía solar. En noviembre del año pasado, ambas compañías firmaron el contrato para la construcción de un gran parque de 15 hectáreas en Belencito, Boyacá, el cual generará 18 gigavatios anuales, aportará el 6 % de su energía y estará entrando en operación en el primer trimestre de 2025.