Si por pedagogía se entiende el proceso de formación del hombre es importante aprender a escribir y leer. Mas la formación del hombre lleva a los orígenes de la Patria. Durante años la historia de Henao y Arrubla fue el texto consagrado.
No ocurrió los mismo cuando Rodolfo Ramón de Roux escribió Nuestra Historia, historia cercana, pues Germán Arciniegas salió con la cuchilla de la censura.
Años más tarde, Salomón Kalmanowitz publicó un libro de historia con la consecuencia que César Gaviria tomó la decisión de eliminar esa cátedra del aparato educativo. No ocurrió lo mismo con la Historia Sagrada, de G. M. Bruno, texto formativo, pues no fue censurada ni prohibida y cayó en el olvido. El catecismo del padre Gaspar Astete pretende la memorización de las creencias, en lugar de la lectura de la Biblia que fue prohibida, para el vulgo, desde tiempos de la Contrarreforma (1543-1563).
Hoy en día no hay problema con la Biblia, ya que poco se lee. Aunque a decir verdad, la lectura de la Biblia es poco edificante en el caso de las hijas de Lot, cuestión maravillosa en el caso de Jonás, que ha inspirado las aventuras de Pinocho. Quitarle la herencia al hermano: Esaú y Jacob, el trato espeluznante a Jesús por ser aclamado por sus seguidores como rey.
Hay que preguntarse si la Patria se hace posible por la Constitución, dado que, es la ley fundamental para el hombre y el ciudadano. Y bien, ¿la carta fundacional es conocida por la población? ¿Qué tiene que ver con la ética, la sociedad, la política; la técnica y la ciencia; sociedad y lenguaje? O sí la Constitución se convierte en un papel más, que es desconocida por el hombre común y corriente, condenado al fracaso si no consigue el éxito en la lucha cotidiana.
Puede que la Constitución sea extensa, pero debe ser conocida, ya que a la larga es la ley que fundamenta y hace posible la Patria. Sin embargo, en la vida cotidiana se desconoce y, la existencia transcurre por los caminos de la divisa: “defiéndase como pueda.” Vale considerar si la ciudadanía se queda en la cédula, de manera especial para el día de las elecciones.
Y, cuando alguien pregunta en qué consiste la ciudadanía se responde que tener cédula, la cual sirve para resolver trámites y papeles. Y, como no hay educación cívica el comportamiento de la gente es caótico.
Entonces, la vida transcurre al azar, por ejemplo, cualquiera con su moto o automóvil puede desconocer las normas de tránsito, pasarse en rojo los semáforos, conducir en contravía, invadir andenes y los espacios públicos, equipos de sonido a todo volumen… Y, la patria es una emoción en el triunfo de los deportistas o en los partidos cuando gana la selección de fútbol.