Resulta inaudito que un gobierno se niegue a coordinar con otro, estrategias de mitigación de una pandemia, que puede, en muy poco tiempo, causar graves estragos en la ciudadanía. Implementar una estrategia conjunta y coordinada a tiempo, puede salvar millones de vidas, pero este esfuerzo responsable no se había dado el lunes 16 de marzo por el sencillo hecho de que la Casa de Nariño no coincide ideológicamente con Miraflores e insiste en consultar con el señor Guaidó sobre lo que tiene que hacer, lo que, es absurdo, pues como se sabe, Juan Guaidó no tiene poder en Venezuela.
Con su postura, el gobierno de Colombia, parece olvidar que comparte con Venezuela una frontera inmensa, que además es porosa, lo que implica que diariamente ciudadanas y ciudadanos de ambas naciones cruzan de un país a otro sin el menor control. Esta situación, que da cuenta de los lazos profundos que unen a las dos naciones, en este momento resulta de un grave riesgo, ya que el mundo está tratando de enfrentarse a un virus cuya transmisión es sumamente efectiva y cuyo modus operandi no ha sido completamente comprendido por la comunidad científica. Basta ver las noticias que llegan de todas partes para comprender la dimensión de lo que estamos viviendo y de lo complicado que puede ser salvar vidas.
A pesar de la terquedad inicial, para cuando escribo esta columna, ya el gobierno Duque ha replanteado su estrategia de silencio con Venezuela y accedido, seguro con permiso de Guaidó, y, por la presión de la emergencia a intercambiar información y coordinar acciones conjuntas para enfrentar los inmensos desafíos que esta situación plantea a nivel económico, social, político y médico para ambas naciones.
El caso venezolano es complejo debido a las políticas de bloqueo económico al que el país ha sido sometido, esta situación, como lo he denunciado en repetidas oportunidades es la mayor fuente de desequilibrio social y económico en la patria de Bolívar, dado que las sanciones han restringido que el gobierno del presidente Maduro pueda gestionar de forma adecuada recursos que son claves para hacer frente a esta calamidad particular. A pesar de ello, el gobierno de Miraflores, ha asumido con resolución esta crisis, generando acciones concretas, como nombrar a cargo del manejo de la situación a la señora vice presidenta Delcy Rodríguez, cuya experiencia e idoneidad generan confianza en lograr mitigar el impacto de la pandemia.
Ahora bien, hay que señalar que, desde hace un tiempo, el gobierno de Miraflores ha tratado de establecer un canal diplomático, sin que el gobierno del presidente Duque haya mostrado disposición para crear una línea de comunicación que sea beneficiosa para los intereses de ambos países, no solo en este asunto, sino en otros temas que requieren abordarse conjuntamente. Esta postura denota la falta de experiencia y liderazgo que han acompañado el mandato del presidente Duque hasta el momento.
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El gobierno Duque, ha estado desintonizado con su ciudadanía y se ha mostrado más preocupado por complacer al sector económico
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En relación a lo anterior, el gobierno de Colombia, ha estado desintonizado con su ciudadanía en esta crisis y se ha mostrado más preocupado por complacer al sector económico, que si bien es cierto en este contexto crítico no puede descuidarse, tampoco puede priorizarse por encima del bienestar social. En ese sentido, la Casa de Nariño se ha demorado en tomar medidas contundentes que puedan mitigar el impacto de un virus que tiene el potencial de dejar al desnudo el pillaje al que ha estado sometida la salud pública en Colombia a punta de muertes relacionadas con el covid-19. Me refiero en concreto a la decisión de no cerrar las fronteras aéreas, así como no garantizar el cumplimiento serio y riguroso de las medidas de la OMS en terminales aéreas, esa falta de liderazgo nos tiene sumidos en la incertidumbre, pues es imposible saber con cierta certeza cuántos de esos pasajeros procedentes de Europa y Estados Unidos, que han continuado ingresando al país por los aeropuertos internacionales, son portadores del virus.
Así mismo, el gobierno Duque debe implementar una serie de medidas sociales y económicas que ayuden a que las familias colombianas puedan entrar en cuarentena sin estar angustiadas por pagar el crédito bancario, la luz, el agua, el gas, etcétera. Sin esas medidas, no va a ser posible que la mayoría de colombianas y colombianos puedan permanecer en sus casas, ya que muchos de ellos sobreviven el día a día.
Mientras termino esta columna, el número de contagios detectados continúa creciendo, en parte porque siguen llegando vuelos de los países más afectados, Italia, España, Estados Unidos, en parte, porque aún muchas personas no han entendido la magnitud del coronavirus y continúan su vida sin trastornos, exponiéndose ellos, exponiéndonos a todos.
Ojalá cuando esta columna se publique el presidente haya optado por cerrar los aeropuertos a vuelos internacionales, ojalá no sea demasiado tarde en la zona de frontera, ojalá no sea demasiado tarde para todas y todos.