Gran razón tenía Martín Santos con el trino pidiendo que la juzguen no solo por ladrona sino por loba. Las cosas hay que decirlas como son. Independientemente de cual fuera su color de piel, la chica Ambuila es loba, corroncha, mañé, guisa, levantada o cualquier otra palabra que sirva para describir a una persona de mal gusto que tiene necesidad de ostentar sus lujos. No encuentro viso alguno de clasismo o racismo en decirlo de frente.
Y es todo lo anterior, porque la necesidad de ostentación revela que la joven piensa que una persona vale por lo material. Con cada foto que posteaba en su estrambótica cuenta de Facebook, Jenny sentía que ascendía socialmente. Se rodeaba de hombres sexys, ricos y famosos porque creía que la compañía de los mismos la elevaba. Negar la lobería de Jenny Ambuila me parece aún más racista que decírsela de frente. Es el pensamiento de “pobresita la negrita, hay que darle más suave”. No. Jenny Ambuila merece toda la censura y la burla social posible por el daño que ella y su familia le hicieron al país.
El color de piel de una persona no puede ser razón para segregarla, pero tampoco para tener algún tipo de consideración especial con ella. Salir con que un negro no puede andar en Lamborghini es igual de racista que decir que un negro no puede ser lobo. El color de la piel no hace peor a nadie pero tampoco lo vuelve mejor persona.
Paradójicamente el comportamieno de Jenny Ambuila encarna una actitud muy común en el país del Sagrado Corazón, el mismo que siendo mayoritariamente pobre elige a un presidente que solo favorece a los ricos. El colombiano del común piensa que el estatus social, lo que se dice de uno y los títulos universitarios hacen que una persona valga más que otra. Por eso hay tanto doctor sin haber estudiado medicina o tener un doctorado. Quienes creen que el nombre de una universidad en una hoja de vida define a una persona olvidan que los bandidos más grandes del país han salido de los andes, la javeriana y el rosario ¿de qué le sirvió a Jenny Ambuila haber pasado por Harvard?
Si me quieren decir racista, clasista, y todos los demás “istas” posibles, adelante. Háganlo. El colombiano tiene un problema para decir las cosas de frente. Es un problema de nuestra cultura. Por guardar falsas cortesías callamos lo que pensamos. En lo personal no me interesa guardar ningún tipo de cortesía con la señorita Ambuila. No se la merece.