Inconcebible lo que sucede en estos momentos con la Dimayor.
El hecho de que 5 jugadores del Deportivo Pereira hayan jugado contagiados de COVID-19 contra el Deportivo Independiente Medellín debería ser llamado de atención suficiente para echar un ojo en los protocolos y las medidas que se deberían tomar en este tipo de industria, y más si la intención es impedir que la liga se acabe a causa de la pandemia.
Sin embargo, en el encuentro entre Águilas Doradas y Boyacá Chicó no nos encontramos con medidas adecuadas para el buen fin del juego; al contrario, se jugó un partido totalmente desequilibrado al verse forzado Águilas Doradas a jugar el compromiso a pesar de la falta de nómina a causa del contagio de algunos de sus jugadores.
Tanto voceros de la Dimayor como periodistas reconocidos afirman que esta situación sucede porque en un reglamento (creado y administrado por ellos mismos) son pocos los factores de peso que impidan que se realice un compromiso.
¿Acaso una pandemia mundial no es motivo suficiente para tener consideraciones frente al reglamento? Esta es la primera vez que vemos que a lo largo de esta pandemia una entidad privada y un cuerpo periodístico insinúan que la pandemia se debe acomodar a los lineamientos de su negocio y no al revés.