Gran alboroto ha causado en redes sociales el hecho de que Linda Pontón, una atractiva rubia, haya tenido una aventura con Martín Elías justo antes de su muerte en abril de 2017. Primero fue una conversación de Instagram la que se filtró y fue publicada en varios blogs vallenatos. Después el rumor creció y, por último, el programa Lo Sé Todo, del Canal UNO, se toma el trabajo de ir hasta Bucaramanga a entrevistar a la mujer, quien confirmó lo que todo el mundo ya sabía.
No entiendo por qué tanto escándalo por el hecho de que Martín Elías haya tenido una aventura por los días en que tuvo aquel fatídico accidente que le costó la vida. Bien conocido es que los hombres que se dedican a su misma profesión y son admirados por miles de hombres y mujeres, despiertan la simpatía de éstas últimas y no tiene nada de raro que caigan ante sus encantos. Además, siendo hijo de Diomedes Díaz, no me explico por qué se extrañan de que Martín Elías tuviera una relación extramatrimonial. No creo que haya sido la primera vez que lo hacía.
En Colombia nos gana la doble moral. Nos escandaliza que un difunto haya sido infiel pero nos hacemos los de la vista gorda ante las infidelidades de cada día. Lo que es peor aún, las mismas mujeres, quienes son víctimas de estas infidelidades, también las ignoran y siguen con sus matrimonios como si nada. Todo por la creencia de que el hombre es el macho alfa y tiene derecho a estar con cuantas mujeres le dé la gana; entre más mujeres tenga más macho será. Si en este país la infidelidad fuera en verdad una causa de divorcio tendría sentido el escándalo por las aventuras de Martín Elías. Sin embargo, lejos está de ser el caso.
Martín Elías ya vivió su vida. Deberían dejarlo descansar en paz con sus pecados.