Veronica Alcocer anunció desde hace unas semanas que asistirá a la versión número 55 del Festival Vallenato en la ciudad de Valledupar, uno de los eventos culturales más simbólicos del país que se ha destacado por ser la excusa perfecta para hacer cruces políticos al son del vallenato. En 2004, el entonces presidente Uribe inauguró el Parque de la Leyenda en homenaje a Consuelo Araújo Noguera, La Cacica asesinada en el 2001 por las Farc, desde entonces no se lo perdían Santos presidente al igual que su vicepresidente Germán Vargas Lleras.
Alcocer aprovechó el Desfile de las Piloneras que abre el Festival para bailar con la comparsa que desfiló por toda la Avenida Simón Bolívar y llegó a las orillas del Río Guatapurí. Empoderada y confiada de la popularidad de su esposo en la Costa, se lanzó en la calle de la capital del Cesar históricamente de derecha y fiel al expresidente Uribe, en donde fue abucheada por los asistentes al desfile que exclamaron su apoyo a Fico Gutiérrez.
Veronica Alcocer ha sufrido una metamorfosis en esta segunda campaña presidencial de su esposo. Pasó de ser una tradicional Primera Dama bogotana, con aire de señora capitalina, sobria y elegante a tener un estilo descomplicado de mujer empoderada, independiente que se ha recorrido el país por su propia cuenta, se reúne con diseñadores locales y regionales, artistas, ambientalistas y feministas y no se pierde ninguna festividad a la que va sin Gustavo Petro que está en cuenta regresiva para jugársela en las elecciones.