Hace seis años, en marzo de 2017, la población de Cajamarca, Tolima, en Colombia, se pronunció en una histórica consulta popular sobre la prohibición de la minería en su territorio. El resultado fue rotundo: el 98% de las personas votantes se opuso a la minería en la zona, frenando la realización del proyecto La Colosa que sería una de las minas a cielo abierto de oro más grande del mundo, impulsado por la multinacional AngloGold Ashanti.
Este triunfo fue el resultado de una larga lucha de la comunidad y organizaciones sociales en defensa del agua, el medio ambiente y la vida. Cajamarca es una región de gran importancia hídrica y biodiversidad, y sus habitantes temían que la explotación minera pudiera dañar irreversiblemente las fuentes de agua, el ecosistema, la vocación agrícola del territorio y sus formas de vida.
La consulta popular no fue una tarea fácil. Las comunidades tuvieron que cumplir diferentes requisitos legales y enfrentar una gran presión de empresas mineras y del gobierno, que veían en la región una oportunidad para la explotación de oro. Sin embargo, la comunidad perseveró y logró llevar a cabo la primera consulta popular de iniciativa ciudadana, que se convirtió en un ejemplo a seguir para otras regiones del país y del mundo.
Desde entonces, Cajamarca se ha convertido en un referente para la defensa del medio ambiente y los derechos humanos en Colombia y en América Latina, y la consulta popular en un mecanismo de participación para que las comunidades tengan voz y voto en las decisiones que afectan sus territorios y su vida.
Las autoridades y la AngloGold Ashanti dan la espalda
Aunque el resultado de la consulta popular no ha sido respetado por la empresa minera ni por el gobierno, la comunidad sigue luchando y organizándose para exigir el respeto y la garantía de la decisión que se tomó.
Para Mariluz Rincón, habitante de Cajamarca e integrante del Colectivo Juvenil de Cajamarca-Cosajuca, “estos 6 años han sido de lucha por lograr que se valide e implemente la consulta popular. Actualmente hay cuatro procesos judiciales que buscan afectar los resultados y su implementación. Por ejemplo, la AngloGold Ashanti interpuso una demanda solicitando la nulidad de las decisiones de la autoridad ambiental, Cortolima, que dan por terminadas las concesiones de agua para el proyecto minero La Colosa y también demandó el acto administrativo que delimita el Complejo de Páramos Los Nevados expedido por el Ministerio de Ambiente, porque afecta el desarrollo del proyecto mencionado”. Además, denunció que la multinacional minera es responsable de estigmatización, procesos judiciales y persecución a algunos líderes de la región.
En conclusión, los seis años de la consulta popular en Cajamarca han sido un hito para frenar el avance del extractivismo en zonas estratégicas para la vida. La perseverancia y organización de la comunidad ha demostrado que es posible resistir la presión de las empresas mineras y del gobierno, y que es posible construir un futuro justo para todas las personas.
