Para muchos, la grandeza de un líder se demuestra no solo por su sabiduría y convicción en los grandes momentos sino (también) en los pequeños actos. No ha sido tal la historia de Reinaldo Rueda quien, a juicio de los últimos acontecimientos, ha quedado muy mal parado ante la opinión pública.
Como se comentó esta semana, el pasado 16 de febrero Rueda se presentó ante el Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana a rendir cuentas por los partidos disputados (y perdidos) contra Perú y Argentina. Se sabe que el técnico reprodujo un video en el que analizó las fallas de definición del equipo, echando el agua sucia al combinado por crear opciones de gol, pero no concretarlas.
La falta de responsabilidad y humildad han quedado retratadas en este episodio que con seguridad traerá más mala vibra al interior del equipo ya de por sí golpeado por la cuasi inminente eliminación camino a Catar 2022.
Un deportivamente desahuciado Rueda bien podría tomar nota y aprender del mensaje que le dejó un colega suyo del torneo nacional. Un técnico que, si bien no es del todo bien recibido por su hinchada, ha tenido la sensatez de reconocerse como primer responsable de los destinos de un equipo. Se trata de Alejandro Restrepo, técnico del Nacional, que en rueda de prensa luego de la victoria de su equipo (1-0) ante Unión Magdalena, salió al paso de una pregunta candente.
Al preguntársele si había decidido sacar del terreno de juego al ‘Rifle’ Andrade por el fallo que vivió el jugador en una clarísima opción de gol, el paisa sentó cátedra y señaló: “Yo creo que los entrenadores no estamos en los equipos para cobrar errores a los jugadores. Estamos para que a través de nuestro trabajo los jugadores mejoren y el quipo mejore. Lamentamos la situación que él erró”.
Palabras que bien podrían tener destintario, o no, pero que sin duda, sirven de enseñanza (o recordatorio) a un técnico que se le extraña haya tenido una salida de lavarse la manos, echar al agua a sus jugadores, y quedar bien con sus jefes.