Está en semifinal de la Liga y cuartos de la Copa. Vivo en el triplete.
Intentando un llamado juego de control, de forma cansina, a veces exagerado, con uno que otro desdoble en cambio de ritmo, en jugadas rápidas sorpresivas de contra, el Junior eliminó en tanda de penales a Unión La Calera de Chile y pasó a cuartos de final de la Sudamericana. Un torneo que el Junior conoce ya que lo ha estado trabajando para ganarlo en años anteriores como el /17 y /18 en instancias de semi y finales.
Este torneo de la Conmebol, alterno a la Libertadores, deja sus buenos dividendos económicos de más de 10 millones de dólares en premios para los finalistas, más el derecho a competir en otros torneos internacionales que igual generan otros millones de dólares adicionales en premios, amén de la promoción de los clubes y sus jugadores en esas participaciones como la Copa Suruga Bank de Japón y la Recopa Sudamericana.
Ajá, pero en esa búsqueda de los resultados el equipo Junior de Barranquilla, en este juego ante Unión La Calera, se notó muy pasivo en marca, con poca recuperación, pérdida de seguridad en el manejo del juego, malas entregas, atolondrado en defensa, regalando balones, haciendo malos rechazos en corto en favor del contrario, al mejor estilo de Mina últimamente, que le arman la jugada de gol al rival, el cual aprovecha para anotar un par de goles y empatarle la serie.
El DT Amaranto intenta corregir en marca y defensa, restándole en ofensiva que no funciona del todo y se genera una sensación de angustia en sus fanáticos, viendo que con ese dominio del contrario en cualquier momento le pueden remontar.
El equipo se nota cansado, con poco físico, y el tiempo que resta se vuelve interminable para por lo menos llegar a las instancia de los penales, esperanzados en Viera como ángel salvador y que los cobradores acierten y los rivales fallen para salvar los muebles, pasar la ronda e ir por el premio de los 600.000 dólares de los cuartos de final del evento y la posible búsqueda de otros 900.000 que se otorgan por el paso a la semifinal y, de pasarla, una final que premia con 6 millones de dólares al campeón y 2 millones al subcampeón, que suman para salvar las pérdidas del año extraño y en algo compensan la frustración deportiva y económica de la Copa Libertadores 2020.
Junior-América, semifinal 2020 con sabor a revancha
Junior y América se vienen encontrando en duelos seguidos recientemente desde el año 2017 cuando el América eliminó al Junior del ‘Chateo'’ por ese entonces el equipo sensación en Colombia y en la Sudamericana; en el 2019, América le sacó al Junior el título de Liga frustrándole la posibilidad de un tricampeonato continuo, y luego Junior le ganó la Superliga.
Ahora vuelven a quedar de frente en esta Liga especial 2020. Ambos equipos registran cambios desde sus DT y en las nóminas por salida y llegada de jugadores, pero quedan aún jugadores básicos de los encuentros anteriores. Junior intenta conservar su estilo de manejo y toque que lo caracteriza, guiado por Teo, Cariaco e Hinestroza, fortalecido en ataque con Borja y Carmelo, y sostenido en defensa con Viera, un arquero que defiende bien su arco, es ofensivo en sus saques, cobrador de tiros libres y respaldo por cuatro tres en defensa y línea desde marca con ida y vuelta.
América también, pese a sus cambios, conserva la habilidad y velocidad de sus referentes en ataque como son Duvan Vergara y Adrián Ramos, igualmente, con buen respaldo de defensa y marca en el medio.
Junior tiene la desventaja física en recuperación por su competencia en Sudamericana. Serán dos juegos en ida y vuelta para definir el paso a finales con el ganador de la llave Equidad-Santa Fe.