Colombia es un país “laico” eso se dice y hasta se sustenta con la Constitución de 1991, sin embargo la realidad es otra, vivimos en un país eminentemente Católico Apostólico y Romano (que lo diga sino el señor Procurador), soy respetuoso de los Derechos y pienso que cada quien vive su fe, a su manera en este país hay espacio para los Cristianos-evangélicos y hasta para los Ateos “los que hablan más de Dios”.
Ocaña mi ciudad tiene una arraigada fe en lo religioso, producto del asentamiento español en la época de la Colonia, vivió la “santa inquisición” y se dio el lujo hasta de llevar mujeres a la hoguera, en cada Semana santa recibimos miles de turistas de diferentes partes del país y el mundo que vienen a regocijarse y a contagiarse del hermoso clima y hospitalidad del ocañero.
Una buena razón para conocer y detallar una de las ciudades más antiguas de Colombia, sus mujeres bellas, calles estrechas, casas de teja Española e imitar el popular dialecto que nos distingue ante los demás, Ocaña atraviesa por la decadencia de su Arquitectura debido al poco apoyo e interés de sus autoridades en materia de conservación del Patrimonio, que considero es más sagrado porque guarda las “memorias” de una raza, pero que lamentablemente hoy tiende a desaparecer, pues el centro histórico hoy amenaza “derrumbamiento oficial” así lo he decidido llamar, mientras Europa mantiene la conservación de lugares de importancia para la Humanidad aquí sucede todo lo contrario, no valen denuncias y lo peor nadie dice nada, en una desidia total, solo algunos historiadores como Luis Eduardo Páez García y uno que otro que ha levantado la voz de protesta.
Los esperamos en semana santa para que conozca lo “poco” que le queda a la ciudad, cuna de historia y alegría, bueno de alegría porque de historia cada vez menos, por lo pronto prepárense ….a rezar pues!