A quienes rechazan la violencia

A quienes rechazan la violencia

Nunca es la forma, es el fondo. Además, no existe una forma adecuada de manifestarse y cada injusticia vivida exige la suya propia

Por: Maria Jose Campo Linares
junio 01, 2020
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A quienes rechazan la violencia
Foto: Rosa Pineda - CC BY-SA 4.0

Históricamente han existido manifestaciones pacíficas, artísticas y otras violentas, todas han conseguido algo. Eso demuestra que no existe solo una forma de hacerlo. Frente a la reacción colectiva solo se pueden hacer dos cosas: posicionarse o guardar silencio.

Los medios de comunicación son un instrumento de poder, esto no es una novedad. Y siempre que el gobierno quiere intentar apagar un incendio que comenzó por un cerillo encendido por el propio Estado hace que el foco sean las escenas de saqueos, y las imágenes más violentas y radicales son las que se vuelven noticia, con el objetivo principal de desacreditar el origen y la causa de las protestas.

Mis queridos amigos, los ladrones y saqueadores han existido durante siglos y no ejercen sus crímenes por causa de las manifestaciones. Estos apenas aprovechan la ocasión, como lo harían en cualquier otro contexto. Les garantizo que si se tratara de un terremoto o un ciclón, los saqueadores de almacenes, continuarían saqueando. Y les puedo asegurar, que a mí me interesa poco si se roban una licuadora o un almacén completo; en esas situaciones las aseguradoras generalmente cubren los daños. Pero parece ser que a muchos les interesa mucho más el robo de un electrodoméstico que los derechos humanos y son justo estas personas las que salen corriendo a pronunciarse, en rechazo a la lucha y a la causa completa.

Y como si fuera poco, todavía tienen la hipocresía descarada de decir “yo sí apoyo la causa, pero no de esa forma”. Los invito a que se posicionen de verdad, es decir, o a favor o en contra de la causa; de lo contrario, a guardar silencio. Porque cuando algo no provoca en nosotros una reacción que nos haga salir a las calles, quiere decir que no ha afectado nuestra burbuja personal y desde dentro de esa burbuja es demasiado fácil criticar. Guarden silencio como lo hacen diariamente con las otras “víctimas inocentes”. Ese es el otro argumento más usado para criticar una manifestación: ¿por qué tienen que pagar las consecuencias personas inocentes?

No hay un porqué y personas inocentes mueren todo el tiempo, no solo por causa de manifestaciones violentas, a veces mueren en la guerra defendiendo una patria que no se preocupa por ellos, a veces mueren de cáncer o de COVID-19 y a veces son víctimas de un asalto o de una violación, pero todas esas muertes están tan naturalizadas que no nos conmueven y ante esas, también guardamos silencio. La humanidad está tan absorta en sus juguetes de lujo, idiotizadores de masas, que solo reacciona ante la quema de un edificio o el robo de un televisor, esos son los puntos “débiles”, el talón de Aquiles de los veneradores de bienes materiales, estatuas y monumentos.

Por favor, no tratemos de definir la injusticia desde la comodidad de nuestro sofá, principalmente porque en un mundo que es culturalmente injusto, la justicia solo se puede ver a través de lo subjetivo y lo que es justo para algunos, para otros no lo es; y si hasta la constitución tiene leyes injustas, el conflicto es contra la cultura, que es donde está enraizado el racismo, porque la ley no puede obligar a un blanco a que pare de mirar con desprecio a un negro.

El hecho de tener que haber una ley que garantice la igualdad de las personas, sin importar su color de piel, o que deba penalizarse el abuso infantil para que disminuyan los casos de violación y explotación sexual de niños, es similar a entrar en una casa y leer un aviso que diga “prohibido cagar en la mesa del comedor”, cualquiera que lo lea pensaría “pero que joyita de gente vive aquí”. Lo mismo pensaría un observador externo, si llegado el caso visitara la Tierra y viera que los seres humanos necesitamos leyes para no asesinarnos unos a otros, violarnos y respetarnos.

Por eso digo que no hay nada de que lamentarse, a menos que nos arrepintamos de todo, incluyendo el holocausto judío y el holocausto indígena (que sigue ocurriendo en medio de la discriminación y el abandono estatal) al que llamaron en su momento colonización.

La sociedad entera está totalmente pérdida y como sé que resulta más difícil lamentarse por todo y posicionarse, sigamos guardando silencio y fingiendo que lo único que está mal son las manifestaciones violentas y los saqueos, así nos ha venido funcionando. Necesitamos seguir viviendo la armonía de esa gran mentira que nos gusta creer. Además, todavía Anonymus no ha revelado los nudes de Trump y necesitamos saber finalmente cuáles son los actores de Hollywood acusados de pederastia para dejarlos de seguir en Instagram.

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