Los neoliberales colombianos hacen creer que sus iniciativas son parte de su invención. Nos hablan del "aislamiento inteligente", un eufemismo con el cual quieren imponer a los colombianos la obligación de salir a trabajar, para reactivar la economía, desafiando una pandemia que en el mundo ha matado a miles de personas y que aún no muestra su cara más negra, a pesar de cientos de decesos en Colombia.
No es circunstancial que por decreto obliguen a los trabajadores de la salud a enfrenar el COVID-19 sin la indumentaria de seguridad y los equipos necesarios, debiéndoles salarios, proponiéndoles trabajar gratis (como hizo el gobernador del Huila) o rebajándoles los salarios (como quieren algunas IPS y EPS). Nuestro poderoso ejército de salvadores de vidas tiene que enfrentar al enemigo sin pertrechos porque los "generales" los envían sin garantías, mientras ellos siguen negociando con los dineros recursos en manos del sector privado. Las consecuencias de ese "aislamiento inteligente", sin la aquiescencia científica y las garantías a la vida, pueden llegar a ser tan fatales como en Estados Unidos, España, Francia o Italia, donde la aplicaron.
Bérgamo, la masacre que la patronal no quiso evitar es una crónica de Alba Sidera, publicada por Contexto y Acción (ctxt.es) del 10 de abril de 2020, que describe la espeluznante acción de los empresarios que presionaron para no permitir que se declarara zona de confinamiento obligatorio a la región de Italia donde se ha producido el mayor número de muertos, por aceptar la estrategia del "aislamiento inteligente", que puso a las empresas por encima de la vida humana.
Ahora bien, dicen apartes de la crónica:
"El área de Italia más devastada por la COVID-19 es un gran polo industrial. No se declaró nunca zona roja debido a las presiones de los empresarios. El coste en vidas humanas ha sido catastrófico. Hay imágenes que marcan una época... La que no podrán olvidar en años los italianos es la que fotografiaron de Bérgamo el 18 de marzo, cuando 70 camiones militares cruzaron la ciudad en una marcha lenta transportando cadáveres. Los llevaban a otras ciudades fuera de Lombardía porque el cementerio, el tanatorio, la iglesia y el crematorio ya no daban abasto... ¿Por qué la situación es tan dramática en Bérgamo? La Lombardía es la región italiana que más representa la mercantilización de la sanidad y víctima de un sistema corrupto. El 23 de febrero los positivos en coronavirus en Bérgamo eran 2. En una semana, llegaban ya a 220; casi todos en Val Seriana. En Codogno bastaron 50 casos para declararla zona roja. ¿Por qué no se hizo lo mismo en Val Seriana? Porque en este valle del río Serio se concentra uno de los polos industriales más importantes de Italia, y la patronal industrial presionó a todas las instituciones para evitar cerrar sus fábricas y perder dinero... La zona con más muertos por coronavirus por habitante de Italia —y de Europa— nunca ha sido declarada zona roja... En plena emergencia, esa patronal, Confindustria, inició una campaña con el hashtag #YesWeWork. 'Tenemos que bajar el tono, hacer entender que la situación se está normalizando, que la gente puede volver a vivir como antes', dijo su presidente en Lombardía, Marco Bonometti. Y Confindustria Bérgamo lanzó su propia campaña dirigida a los inversores extranjeros para convencerles de que allí no sucedía nada y de que ni de broma iban a cerrar".
Al 18 de abril, la región más afectada ha sido Lombardía, con 11.851, de los 23.227 fallecidos en Italia. ¿A quién beneficia el aislamiento inteligente?